Antes de cumplir un año, el 80% de niños y niñas ya se contagió con el virus respiratorio sincicial (VRS). Se trata de un virus de alta incidencia no solo en Chile, sino en el mundo, que durante el invierno, debido a las bajas temperaturas, la contaminación y la humedad, comienza a circular con más fuerza. Hasta ahora, no tiene prevención ni tratamiento.
Un equipo de investigadores chilenos trabaja desde hace años en una vacuna contra este virus, la que ya pasó la fase uno que mide el nivel de seguridad en humanos (ver nota secundaria). Ahora, el mismo grupo, con el apoyo de la Fundación Copec-UC, está trabajando en una nueva terapia para tratar a los contagiados con el virus. Las pruebas han sido exitosas.
Alexis Kalergis, académico de la U. Católica y director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, es quien lidera ambos trabajos. "Dentro de la investigación que realizamos con el VRS, descubrimos hace menos de un año que había unas proteínas del virus que tienen la particularidad de interferir con las células del sistema inmune. Esto ayuda al virus a escapar y seguir replicándose en el organismo", dice Kalergis.
Este hallazgo les permitió desarrollar una nueva herramienta inmunológica (un anticuerpo monoclonal) al que bautizaron nucleovisumab. Se trata de proteínas capaces de neutralizar al VRS e impedir su multiplicación. "Cuando el virus no se puede multiplicar, tiene menos tiempo para actuar. Es como si el ejército enemigo sea más reducido y así el sistema inmune puede reconocerlo y destruirlo más fácilmente", explica el investigador.
Esta nueva terapia está diseñada para niños inmunosuprimidos o con otras patologías asociadas -los más vulnerables al virus- que no podrán recibir la futura vacuna, porque al no tener un sistema inmune adecuado, podrían no desarrollar inmunidad.
"El VRS causa inflamación de las vías respiratorias. En animales hemos logrado disminuir esa inflamación cuando aplicamos el anticuerpo, lo que mejoró su capacidad respiratoria y el intercambio de gases, lo que se tradujo en una mejor salud del animal", señala.
Kalergis espera realizar los estudios en humanos este año o el próximo. Por ahora, busca recursos.
Claudia Astudillo, broncopulmonar infantil de Clínica U. de los Andes, explica que este virus puede provocar desde un resfrío hasta una neumonía o bronquiolitis que requiere hospitalización y ventilación mecánica. "Depende de la inmunidad del niño. Algunos pueden desarrollar faringitis, laringitis, bronquitis y, los más graves, neumonías y bronquiolitis. La población con más riesgo de desarrollar la enfermedad son los menores de tres meses, porque no han desarrollado su inmunidad", dice. También tienen más posibilidad de enfermar menores que tienen alguna cardiopatía, prematuros y niños con síndrome de Down.
Los cuadros causados por el VRS reciben tratamiento sintomático y de apoyo al paciente cuando requiere oxígeno o ventilación mecánica, cuando es más severo. "Lo más importante es la hidratación del paciente, porque los niños se deshidratan más rápido, pero no hay nada específico contra el virus", dice Astudillo.