Desde hace un par de años que el cuidado de la piel, también conocido como skincare, está experimentando un boom. El fenómeno ha sido potenciado aún más por las redes sociales, donde los usuarios cuentan qué productos o no les han funcionado para tener un rostro radiante.
La dificultad está en que parte de las recomendaciones que hay al navegar en las plataformas no vienen de dermatólogos, y además, aparecen rutinas faciales que parecen no terminar nunca. Para alguien que quizás recién está entrando a ese mundo esa cantidad de información puede ser un poco abrumadora, por lo que quedarse igual que antes aparenta ser una mejor solución.
Según explican especialistas a La Tercera, una buena rutina de skincare no tiene por qué implicar una extensa lista de productos: lo simple también puede ser beneficioso. Pero antes de saber las etapas básicas que contempla el cuidado de la piel, debes saber por qué motivos debes comenzar a hacerlo.
Por qué comenzar a cuidar de la piel
Natacha Quezada, dermatóloga de UC Christus, asegura que contar con una rutina para la piel es la atención mínima que se le debería dar a diario. “Es una responsabilidad de todos porque es el órgano más extenso, es el que se encuentra con el medio ambiente y el que habla mucho de ti”, explica.
Realizar este ritual también tiene una serie de beneficios. A medida que cumplimos más años, la piel va envejeciendo por naturaleza. Sin embargo, el envejecimiento cutáneo puede verse aún más acelerado por factores externos, como lo son la alimentación, el alcohol, la radiación ultravioleta (UV) y la contaminación ambiental.
“La rutina va a prevenir que la piel envejezca rápidamente por los factores externos”, dice Francisca Daza, dermatóloga de Clínica Alemana (@franciscadazadermatologia).
“Los beneficios a corto plazo es que la piel estará mejor. Cuando uno la cuida potencia la función de barrera cutánea, que es la protección de lo que está dentro del cuerpo. También va a permitir que se irrite, no sufra de alergias y va a reducir la predisposición de enfermedades como acné y rosácea. Se va a ver más lozana y luminosa”, agrega la especialista.
Pero no solo va a prevenir el envejecimiento temprano, sino que al mismo tiempo ayudará a disminuir los riesgos de padecer cáncer de piel, cuya principal causa es la exposición solar.
Para el dermatólogo Ricardo Sánchez (@idermatologo), un problema que podría surgir cuando no se tiene una rutina facial “es que van a empeorar los puntos débiles de cada uno. Por ejemplo, si hay alguien que tiene piel grasa con tendencia acneica, probablemente va a desarrollar un acné de mayor grado, o quien tenga rosácea va a sentir más enrojecimiento y ardor”.
Al mismo tiempo, el profesional aclara que si bien los beneficios de este cuidado son variados, tampoco se debe castigar a quienes optan por no hacerlo. “No es que sea malo no hacerse skincare, pero evidentemente va a traer consecuencias negativas de alguna forma”, señala.
Algo decisivo antes de iniciar en este camino es conocer qué tipo de piel tiene cada uno, para lo cual es recomendable guiarse con un profesional. Sin eso, se podría estar elaborando una rutina inadecuada y que puede generar resultados adversos.
“Eso nos permitirá descubrir los productos que mejor servirán. En general se habla de pieles secas, que son bien ásperas y tirantes. Por otro lado están las pieles grasas, que suelen ser muy oleosas y brillantes, y entre medio están las mixtas que son súper amplias porque hay algunas que son más secas, grasas o solo la ‘zona T’. Todas ellas pueden ser sensibles o no sensibles”, plantea Sánchez.
Considerar en qué grupo etario estamos también influye. “No son iguales los productos que están orientados para personas de 15 años que de 50″, agrega Quezada.
Cuáles son los pasos básicos para una rutina de skincare
1. Limpieza. Los dermatólogos coinciden en que la primera etapa para cuidar el rostro es realizar una limpieza dos veces al día, de mañana y de noche. El formato dependerá del tipo de piel tiene la persona y sus requerimientos. En pieles más grasosas se puede usar un gel de limpieza, mientras que en pieles secas algunas opciones buenas son las leches limpiadoras o aguas micelares, explica Daza.
Para Quezada, no hacer la limpieza diaria que necesita la piel equivale a no cepillarse los dientes. “Cuando uno limpia el rostro hace que la contaminación no gatille el estrés oxidativo. De no hacerlo se acumula en el epidermis toda contaminación y polución, impide la renovación celular que generalmente ocurre en las noches. También dificulta que la piel funcione correctamente”.
2. Hidratación. Aunque este paso no es tan primordial como lo es la limpieza, es beneficioso realizarlo especialmente en pieles secas, donde se puede optar por alguna crema o gel hidratante.
“Las pieles grasosas también se tienen que hidratar”, asegura Daza. Este paso, además, es recomendable que vaya antes del protector solar.
3. Fotoprotección. “Si hay que elegir una cosa imprescindible en la rutina, es el protector solar. Es lejos lo más importante porque la radiación UV es responsable de un 80% envejecimiento cutáneo”, enfatiza Daza.
El protector solar también debe ser escogido de acuerdo a las necesidades de cada uno. Hoy el mercado brinda una vasta oferta de este tipo de productos, dado que están los hidratantes, en gel, con color o sin color, con minerales e incluso en formato spray o barra. Daza recalca, eso sí, que “lo ideal es que sea Spf 50 y de amplio espectro”.
La aplicación de esta sustancia debe ser por lo menos tres veces al día, cada cuatro horas, pese a estar en lugares cerrados, pues la radiación UV llegará de igual forma. En tanto, cuando se hará deporte o una actividad al aire libre, el producto tiene que aplicarse cada dos horas.
Los profesionales coinciden en que el protector solar es primordial para aminorar los riesgos que tiene la exposición al sol. “La radiación UV que proviene del sol se va absorbiendo por las células de nuestra piel y estas se van dañando. Las personas que no cuidan su piel obviamente absorben más radiación”, asegura Sánchez.
Los efectos benignos que puede generar el sol en la piel son manchas, arrugas y enrojecimiento, agrega el especialista. “Desde el punto de vista médico, la radiación solar excesiva y acumulada puede provocar cáncer de piel, que es algo muy frecuente”.
Hay otros pasos que se pueden añadir en la rutina, pero que son más bien optativos y van a depender de acuerdo a cada edad. En personas adultas, por ejemplo, Daza sugiere que de mañana es posible añadir contorno de ojos, ácido hialurónico o “un sérum antioxidante, idealmente que tenga vitamina C porque eso va a ayudar a disminuir los efectos de la oxidación de la piel por la radiación UV y la contaminación”.
La misma limpieza que se hizo de día debe repetirse de noche, con el fin de poder eliminar todas las impurezas que se recibieron y dejar el rostro libre para utilizar otros productos que se pueden incorporar en la rutina nocturna. Ahí es cuando se pueden agregar alternativas como retinol, ácido glicólico y ácido salicílico, pero dado que estos compuestos pueden ser irritantes en la piel, el uso debe ser paulatino.
Sin embargo, los profesionales indican que esos últimos pasos pueden dejarse de lado si no se desea incorporarlos. Según Quezada, el exceso de productos de skincare es particularmente problemático en adolescentes, una situación que ha visto repetirse cada vez más en el último tiempo.
“Usan demasiados productos que no necesitan, están poniéndose ácido hialurónico cuando ellas están en una etapa que es acneica, entonces donde no necesitan hidratación. Ponerse desproporcionadamente muchas sustancias impide darse cuenta de lo que realmente funciona”, concluye.