“Estoy preparado para lo mejor y lo peor”. Dos días antes de la sentencia, Daniel Sancho, el chef español de 30 años acusado de asesinar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, todavía mantenía la esperanza de que su versión sobre los hechos convenciera a las autoridades en Tailandia.
El joven fue acusado de homicidio premeditado, ocultamiento del cadáver y destrucción de documentación ajena.
Y Sancho, hijo del famoso actor español Rodolfo Sancho, admitió ser el asesino: según los antecedentes, él y Edwin Arrieta se conocieron por Internet y quedaron en compartir juntos unos días en Tailandia, donde alquilaron un bungalow. No obstante, lo que debía ser una reunión de amigos, terminó con el cirujano muerto y descuartizado.
La fiscalía de Tailandia declaró a Sancho como culpable por todas las acusaciones en su contra y lo sentenció a cadena perpetua. Además, deberá pagar una indemnización de $119.000 dólares (cerca de 110 millones de pesos chilenos) a la familia de la víctima.
Sin embargo, los abogados de Sancho ahora buscan apelar a la resolución, y es que insisten en que la versión que entregó el joven chef en las audiencias es real: sí asesinó a Arrieta, no obstante, como él lo relata, se trató de “un accidente”.
La versión de la defensa de Daniel Sancho sobre el homicidio de Edwin Arrieta
Cuando el juicio estaba desarrollándose en la Corte de Koh Samui de Tailandia, Daniel Sancho, fue interrogado por su autoría en el homicidio de Edwin Arrieta. Fue en esta instancia que el chef entregó sus declaraciones y su propia versión sobre cómo se desenvolvió el crimen.
Sancho aseguró que fue “un accidente”.
Según su relato, todo comenzó cuando el colombiano Arrieta quiso aprovecharse de él, después de que le pidiera tener relaciones sexuales.
Al negarse, el cirujano lo habría tomado como “rehén”: “Era una jaula de cristal. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, dijo, según estableció EFE.
“Él estaba obsesionado conmigo. Me engañó, me hizo creer que lo que quería era hacer negocios conmigo, meter dinero en la empresa de la que soy socio. Que hiciéramos cosas juntos, que fuéramos a México, Chile, Colombia, a abrir un restaurante. Pero era todo mentira. Lo único que quería era a mí, que fuera su novio”.
“Quería tener sexo conmigo y yo le dije que no (...) Edwin se puso sobre mí. Me golpeó y me mordió la mano. Forcejeamos, lo empujé y se dio un golpe en la cabeza”, aseguró Sancho en sus declaraciones en el juicio.
También estableció que cuando la cabeza de Arrieta se golpeó contra el inodoro, el colombiano perdió la vida al instante.
Según recopiló Infobae, cuando Sancho se dio cuenta de que Arrieta estaba muerto, entró en estado de “shock” y, en lugar de llamar a emergencias o a la policía, optó por descuartizar el cadáver y colocar las partes en distintas bolsas que después esparció por el mar y por la isla, para hacerlo desaparecer.
No obstante, pese a los intentos de Sancho y sus abogados por establecer esta como la versión oficial del caso, la defensa de Edwin Arrieta maneja un relato muy diferente que, finalmente, fue aceptado por la fiscalía tailandesa.
Y es que las pruebas parecen ser irrefutables, porque los cuchillos, la sierra y las bolsas de plástico que utilizó para descuartizar al colombiano fueron adquiridos por Sancho antes de que Arrieta llegara a Tailandia. Estos son los antecedentes que la fiscalía utilizó para calificar al homicidio como premeditado.
Además, todas estas herramientas fueron ocultadas por Sancho en la misma habitación donde asesinó al cirujano.
Sin embargo, el joven español se defendió de esta prueba y dijo que había adquirido los cuchillos para “grabar videos de YouTube de cocina”.
Los abogados de Daniel Sancho apelarán a la sentencia
“Nosotros seguimos pensando que no ha habido premeditación y no está basado en especulaciones”, declaró Marcos García Montes, uno de los abogados de Daniel Sancho, una vez fuera del juicio donde se declaró culpable al español.
“Nos hemos estudiado el Código Penal y no estamos de acuerdo. Todo el mundo tiene el derecho de defensa y nosotros lo hemos hecho bien”.
Sancho y su defensa insisten en que el homicidio de Edwin Arrieta no fue premeditado porque, en caso de que el chef fuese condenado por asesinato por accidente, la pena sería ir a prisión de 3 a 15 años, según la ley tailandesa.
Este tiempo sería mucho menor a la cadena perpetua a la que fue condenado Sancho, por el homicidio premeditado.
De hecho, al haber sido acusado por este delito, en primera instancia se quería condenar al español con la pena de muerte, que es legal en Tailandia. No obstante, gracias a que el joven “colaboró” en la investigación, decidieron reducir esa condena a cadena perpetua.
Con esta resolución, la defensa de la familia Arrieta aseguró que sus padres están contentos porque “se hizo justicia”. No obstante, les llama la atención que Sancho no se haya disculpado con la familia por el crimen.
Las fuentes de Infobae que han seguido todas las audiencias aseguraron que “no hay arrepentimiento” de parte del joven español.
Sobre esto, se refirió el representante legal en Tailandia de la familia de la víctima, Bussakorn Kaewleeled, quien aseguró que “esta cadena perpetua corresponde también con esa voluntad de la familia de que Daniel pase el mayor tiempo posible de sus días en prisión”.
Pero agregó: “Más, cuando a la fecha y en este momento todavía no se ha escuchado un perdón sincero, un perdón humano, por el daño que se produjo a unos padres que no se despidieron de un hijo y una hermana que no pudo decirle adiós a su hermano”.