Todavía existen algunas confusiones sobre el VIH y el SIDA. Y es que el primero es el virus que causa una infección en el cuerpo, mientras que el segundo es una fase más avanzada de este proceso, donde el sistema inmune pierde la capacidad de enfrentarse a esta y otras enfermedades.
No obstante, los avances en la medicina han permitido que existan tratamientos para recuperar la inmunidad. Quienes tienen VIH hoy en día pueden recuperarse, tener una carga viral indetectable (no transmitir al resto) y, por ende, vivir una vida como cualquier otra persona.
Esto es lo que debes saber de la enfermedad, cuáles son sus síntomas y los tratamientos que existen a la fecha.
Qué son el VIH y el SIDA
Según explicó el médico argentino, Alberto Cormillot, al medio Infobae, el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) ataca a las células del sistema inmunitario que combaten infecciones. Es decir, el cuerpo se debilita y deja de estar preparado para sobreponerse ante infecciones o, incluso, el cáncer.
“Sin un tratamiento adecuado, este patógeno puede destruir gradualmente el sistema inmunitario, llevando a un deterioro significativo de la salud”, aseguró Cormillot.
Por su parte, el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es “la fase más avanzada de la infección por el VIH. Es el punto en el que el daño al sistema inmunitario es tan severo, que el cuerpo pierde su capacidad para luchar contra infecciones y enfermedades”.
El virus se transmite de persona a persona, con el intercambio de fluidos corporales como la sangre, semen, flujos vaginales y rectales y la leche materna. En esta línea, el especialista agregó que las vías más comunes de transmisión son las relaciones sexuales sin protección, compartir agujas (tatuajes o inyecciones), y también en el parto o en la lactancia.
“Es crucial destacar que el VIH no se transmite por contacto casual, como apretones de manos, abrazos o el uso compartido de objetos cotidianos. No se transmite por el aire o el agua, ni por mosquitos, garrapatas u otros insectos”.
Síntomas de infección por VIH
El doctor aseguró que, en general, en las primeras etapas el cuerpo no manifiesta síntomas. De hecho, explicó que la presencia de síntomas “no es un indicador confiable de la infección, por lo que el diagnóstico se realiza mediante pruebas específicas”.
En algunos casos, pueden aparecer síntomas a las 2 o 4 semanas de infección.
- Sudoraciones nocturnas.
- Dolores musculares.
- Dolor de garganta.
- Fatiga.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Úlceras bucales.
Aún así, el médico insistió en que tener estos factores no implica haberse infectado y que, incluso, los síntomas más graves de la infección pueden aparecer recién muchos años después, cuando el sistema inmune ya está debilitado.
El tratamiento para el VIH y el SIDA
Cormillot hizo un llamado a la prevención y, también, a la calma, pues existen tratamientos efectivos, incluso para quienes están en la etapa de SIDA.
Se trata del tratamiento antirretroviral (TAR) que implica tomar una combinación de medicamentos todos los días para reducir la carga viral en el cuerpo del VIH. Esto no quiere decir que lo cure por completo, pero sí permite controlarla para que la persona viva una vida normal, saludable y larga.
A grandes rasgos, el TAR evita que el virus se multiplique en el cuerpo, por lo que el sistema inmunitario se ve protegido. Y no solo eso, sino que hace que la carga viral sea tan pequeña, que su concentración sea casi indetectable y que se reduzcan las probabilidades de transmitirlo a otra persona.