De acuerdo con los resultados del estudio de IdeaPaís, el uso de aplicaciones de citas es notoriamente mayor en la categoría que la investigación denomina población no heterosexual, una categoría que incluye a los usuarios homosexuales, bisexuales o cualquier orientación distinta a la heterosexual. El 75% de las personas que se identificaron con ese grupo reconoce que recurrió alguna vez a estas apps. El porcentaje en la población heterosexual llega a 28%.
Desde el Movilh agregan otras cifras al respecto. "El número de este nuevo estudio coincide con una encuesta que nosotros realizamos en 2018 a más de 1.200 hombres de entre 15 y 29 años, de todos los estratos socioeconómicos, que gustan de otros hombres o que tienen prácticas homo o bisexuales. Casi el 30% de los encuestados dijo haber practicado relaciones sexuales de forma frecuente con alguien conocido por aplicaciones o internet", señala Diego Ríos, responsable de comunicación de esta organización.
Ríos agrega que las personas de preferencia no heterosexual encuentran mayor rechazo y discriminación en los espacios públicos, y eso explicaría su mayor uso de espacios virtuales. "Para la gente es menos común que dos personas del mismo sexo tengan un momento de encuentro o seducción en una cafetería, por ejemplo. La heterosexualidad está mucho más naturalizada. Eso podría explicar por qué las aplicaciones representan una buena alternativa para la construcción de vínculos entre personas del mismo sexo".
Gabriel Olave, de IdeaPaís, coincide con esa postura y da otro antecedente: "Una investigación en Estados Unidos constata que aplicaciones como Grindr permiten a los gays conectarse fácilmente entre ellos en el contexto de una cultura no siempre amable con las minorías sexuales. Allí pueden hablar de su orientación sexual sin restricciones".