Era enero de 2020, cuando una de las primeras pinturas del artista Vincent van Gogh, de 1844, se lucía en una exposición temporal del Museo Singer Laren, cerca de Ámsterdam. Pero cuando llegó la pandemia, el recinto cerró y la obra quedó refugiada entre sus paredes.
Sin embargo, el 30 de marzo, gracias a las cámaras de seguridad, se vio a un hombre enmascarado que utilizó un mazo para romper las dos puertas de vidrio de entrada y escapó con la pintura El jardín rectoral de Nuenen en primavera bajo el brazo.
Desde entonces, el detective Arthur Brand, también conocido como “el Indiana Jones del mundo del arte” por su gran experiencia para recuperar obras de arte robadas, comenzó a investigar el caso a detalle.
De alguna forma, logró que una persona anónima le devolviera la pintura, en una bolsa de plástico de Ikea.
Cómo el detective logró que devolvieran la pintura robada de Van Gogh
La policía ya habría arrestado hace un tiempo a las personas que estuvieron involucradas en el robo, no obstante, no encontraron la obra de Van Gogh robada.
Por ello, el detective Brand se puso en acción, aunque según relatan distintos medios, las personas que devuelven las pinturas robadas “suelen saber cómo encontrarlo”. En 2019, la autoridad ya había logrado encontrar un Picasso robado.
De alguna manera, la persona que tenía la obra invitó al detective a su casa para hacer la devolución: en un video de la emisora holandesa NOS, se ve a Brand desenvolviendo el paquete y dando un gran suspiro de alivio, cuando se dio cuenta que era la pintura real.
Aunque no estuvo exenta de daños: en toda la misteriosa manipulación que tuvo estos tres años, la pintura de Van Gogh regresó con algunos rasguños, por lo que ahora se encuentra en restauración y, una vez lista, regresará a su hogar original, en el Museo de Groninger.
Pero, ¿por qué la devolvieron? El detective explicó que ya que los ladrones habían sido condenados, el cuadro había perdido prácticamente todo su valor y la persona que la poseyera arriesgaba una multa considerable que podía llegar hasta los millones de dólares.
No estaba claro cómo la pintura llegó a la persona que la tenía: le había mandado un mensaje al detective Brand, ofreciéndole el cuadro a cambio de anonimato y que no se metiera en problemas. Eso es todo lo que se sabe, pues las autoridades tampoco revelaron muchos detalles, ni la identidad del informante.
Lo que sí, es que el director general del Museo Singer Laren sintió “alegría y alivio” y mucho agradecimiento por el detective, y contó que una vez que entregó la noticia al personal, todos la recibieron con aplausos y gritos.