Fue un golazo. Argentina se había puesto 2-1, y parecía que se encaminaba a los cuartos de final de la Copa del Mundo Rusia 2018. Sin embargo, el francés Benjamin Pavard sacó un derechazo que significó el 2-2 parcial. Y la belleza de este tanto sobresalió por los giros que dio el balón en el aire y la dirección precisa para que se incrustara dentro el arco de Franco Armani. Finalmente, los galos terminaron ganando 4-3, pero todavía se sigue comentando la conquista del lateral.

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Lo cierto es que el gol de Pavard tiene una explicación desde la ciencia. El Efecto Maguns es el fenómeno físico por el cual la rotación de un objeto afecta a la trayectoria del mismo a través de un fluido, como por ejemplo, el aire -en el caso del gol francés- o el agua.

Lleva el nombre del físico y químico alemán Heinrich Gustav Magnus (1802-1870), quien describió este efecto por primera vez en 1853.

El Efecto Magnus es el que explica la existencia del denominado "chanfle" en el fútbol, cuyo más recordado exponente en Chile fue el recientemente fallecido Alberto "Tito" Foullioux.

Este fenómeno se explica de la siguiente manera: Cuando la dirección del aire va en contra del giro del objeto, se crean corrientes que hacen que el objeto tienda a cambiar su dirección lógica.

En distancias cortas y a poca velocidad, este efecto es apenas perceptible. Pero en cuanto la pelota empieza a girar a una gran distancia y mucha velocidad, el Efecto Magnus se manifiesta de forma evidente. Aquello se puede verificar en el experimento que quedó registrado en este video: