La tarde del miércoles, un hombre fue ejecutado tras ser condenado por el homicidio de un oficial de policía en Texas, Estados Unidos, ocurrido hace 16 años atrás.
Se trata de Wesley Ruiz, quien tenía 43 años y era hispanoestadounidense. En la Penitenciaría de Huntsville, Ruiz recibió una inyección que le causó la muerte a eso de las 18:41 de la hora local.
“Me gustaría disculparme con Mark y la familia Nix. Espero que esto les dé cierre. Quiero decirles a toda mi familia y amigos de todo el mundo, gracias por apoyarme. A mis hijos, levántense y sigan haciéndome orgulloso, no se preocupen por mí, voy a estar bien”, expresó Wesley.
“Estoy listo para partir”, fueron sus palabras finales antes de que le inyectaran la dosis del sedante pentobarbital.
Wesley Ruiz se convirtió en el segundo condenado que fue ejecutado en Texas en lo que va del 2023, además del cuarto en Estados Unidos.
El caso de Wesley Ruiz
Los hechos en torno al caso se remontan al año 2007, cuando Wesley Ruiz protagonizó una persecución con la policía de Dallas. El motivo: los funcionarios creían que el vehículo en el que se desplazaba el hombre tenía relación con un homicidio.
En medio del seguimiento a máxima velocidad a Ruiz, el policía Mark Nix intentó quebrar la ventana del auto del sujeto con su bastón policial. Sin embargo, una bala disparada por Ruiz terminó asesinando al funcionario, quien recibió el impacto en el pecho, de acuerdo al medio local Texas Tribune.
En todo momento, Wesley defendió su acción argumentando que en la persecución con la policía él sintió miedo por su vida, por lo cual terminó disparado “en defensa propia”. También diría que si decidió huir fue porque ese día tenía drogas en su posesión, además de haberlas consumido.
A eso se suma que, recientemente, la Corte Suprema de Estados Unidos decidió negar una apelación que había interpuesto la defensa de Ruiz. Esta acción se sustentaba en que los integrantes del jurado habían tenido “estereotipos abiertamente racistas” y “descaradamente antihispanos” al momento de reflexionar si Ruiz realmente podría ser un peligro para la sociedad.
Lo anterior, ya que uno de los miembros del jurado habría señalado que Ruiz era un “animal” y “un perro rabioso”. Además, esa persona dijo que las personas hispanas que estuvieron en el juicio eran “pandilleros”.
Otro intento por parte de Wesley fue que él y otros presos condenados a muerte en Texas pusieron una demanda ante la justicia, con el objetivo de evitar que el sistema penitenciario del Estado pueda seguir usando libremente medicamentos de ejecución que están vencidos.
Sin embargo, nada de eso sirvió para Wesley Ruiz.