Conciliar el sueño y dormir bien puede ser un desafío para muchas personas. Esto, porque existen muchos factores que inciden en el descanso, como el estrés, el consumo de alimentos específicos e, incluso, el uso de los teléfonos celulares y otras pantallas.
No obstante, un reciente estudio —publicado en la revista científica Science of the Total Environment— confirmó otro factor importante que puede incidir en cómo descansamos en la noche: la ventilación de la pieza de descanso.
Por qué deberías ventilar tu pieza, según un estudio
Para llegar a sus conclusiones, la investigación realizó un experimento donde los participantes durmieron en 29 habitaciones equipadas con sistemas de ventilación mecánica. Fueron cambiando los niveles de ventilación (bajo, moderado y alto), durante una semana y al azar, sin notificar a las personas estudiadas.
Además del monitoreo, los participantes debían hacer pruebas de rendimiento cognitivo durante el día, para estudiar cómo las distintas ventilaciones les afectaba.
El resultado arrojó que en las piezas donde habían más variaciones de dióxido de carbono (CO2) —que se acumula cuando menos se ventila— los individuos descansaban mucho menos y despertaban con más facilidad.
En paralelo, las habitaciones donde las personas descansaban mucho mejor eran las que estaban con el aire más renovado y con mínimos niveles de CO2.
En esta línea, el estudio aseguró que en las casas, es recomendable ventilar de forma eficiente para poder mejorar la calidad de sueño. No obstante, los autores señalaron que es necesario hacer estudios adicionales con muestras más amplias.
Cómo dormir mejor
Además de ventilar la pieza, existen algunas técnicas que puedes aplicar para intentar conciliar el sueño y tener un descanso reparador por las noches. Según la guía de Mayo Clinic, los métodos para dormir mejor son:
- Seguir un horario de sueño. Mínimo siete y máximo ocho horas para descansar bien, además de acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana.
- Cuidar la alimentación. Evitar las comidas pesadas o abundantes un par de horas antes de acostarse. Evitar nicotina, cafeína y alcohol.
- Crear un ambiente de descanso. Una habitación fresca, oscura y silenciosa será un lugar más óptimo para descansar. Evitar utilizar pantallas justo antes de dormir.
- Limitar las siestas durante el día. Las siestas largas pueden afectar el sueño nocturno. Lo ideal será limitarlas a una hora como máximo, y evitar tomarlas durante la tarde.
- Realizar actividad física. El ejercicio promueve el sueño, no obstante, es mejor evitar hacerlo cerca de la hora de acostarse.
- Controlar las preocupaciones. Una técnica de la clínica es anotar lo que se tiene en mente y dejarlo para mañana, además de técnicas de manejo del estrés, como organizarse, establecer prioridades y delegar tareas. También recomiendan la meditación.