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“Vos sos mía y de nadie más, y te voy a matar”. Esa es la frase que Daniel Ferradans le habría dicho a la uruguaya Natalia Lagos, según relatos de sus familiares.
El pasado 2 de agosto, la mujer de 23 años fue secuestrada por Daniel, quien era su expareja. El hombre la obligó a entrar en un auto robado y poco después de subirse al vehículo chocaron contra un peaje, lo que que terminó quitándole la vida a Natalia. Los hechos ocurrieron en Parque del Plata, una ciudad balnearia del departamento de Canelones, Uruguay.
A inicios de esta semana, la justicia uruguaya imputó al sujeto por haberle causado la muerte a la joven. Ha sido procesado por siete delitos graves en total, entre ellos, femicidio, violación de domicilio, desacato, intento de homicidio y hurto, por lo que se determinó que estará en prisión preventiva por 180 días.
Ignacio Montedeocar, fiscal que está llevando el caso, aseguró que no se trata de un accidente de tránsito como cualquier otro, según han arrojado las primeras pericias: “Tuvo la intención de impactar de esa forma violenta contra la barrera del peaje y de ese modo darle muerte a su expareja”, dijo Monteodocar.
Los difíciles años en la vida de Natalia Lagos
De acuerdo al periódico uruguayo El País, la familia de Natalia se dedica a comercializar productos como verduras, frutas y quesos en ferias en Parque del Plata. Sin embargo, la vida de Natalia y del clan Lagos no había sido nada fácil en los últimos años, ya que habían tenido que enfrentar la pérdida de algunos de sus seres queridos.
La madre de Natalia falleció en 2021 a causa del cáncer. A raíz de su muerte, el hermano de la joven, Gastón Lagos, cayó en depresión y desapareció en octubre de 2022. Se le perdió el rastro, hasta que dos meses después fue encontrado fallecido en el balneario de Cuchilla Alta. Las pruebas forenses identificaron que se había tratado de un suicidio.
Natalia, por su parte, se repartía trabajando entre el puesto de su familia y como manicurista. Fue hace poco más de un año que había conocido a Daniel, un expolicía que había sido dado de baja. Al principio Natalia lo contrató para que la ayudara a las labores en la feria, pero luego de unos meses comenzaron una relación.
El mismo medio asegura que Daniel tenía antecedentes de violencia intrafamiliar, luego de que otra pareja, con quien tenía un hijo, lo denunciara. Ese había sido el motivo por el que había sido dado de baja de la policía.
El sujeto comenzó a mostrar el mismo comportamiento violento, esta vez con Natalia. La joven comenzó a ser golpeada en reiteradas ocasiones por su pareja, por lo que su familia cuestionaba su relación. “¿Por qué dejás que te pegue?”, le decía su hermana Yanina Lagos.
Natalia decidió cortar la relación de una vez por todas, pero Daniel no estuvo de acuerdo. “No saben con qué persona estoy tratando. Él es muy peligroso. Tengo miedo”, dijo la joven a sus cercanos, consigna El País.
Para tener mayor seguridad, hace tres semanas había acudido a poner una orden de alejamiento en una comisaría de Parque del Plata. Sin embargo, pese a que pidió protección policial o una tobillera para el agresor, no se le permitió ninguna de esas opciones.
El femicidio
La noche del 2 de agosto, la uruguaya estaba en una cabaña que había construido su hermano Gastón. Se encontraba acompañada de Franco, un amigo de infancia, a quien le había pedido que se quedara con ella puesto que se sentía sola. A eso de las 2 de la mañana Daniel irrumpió violentamente en el lugar, consiguiendo romper la puerta.
A continuación, el sujeto apuñaló en varias ocasiones a Franco sin compasión alguna. Vio que sobre la mesa estaban las llaves del vehículo de Franco, las tomó, forzó a Natalia a subirse al auto -sin el permiso de su dueño- y se fueron. No transcurrieron muchos minutos cuando se estrellaron en una caseta de peaje.
La policía local recibió una llamada por un auto se había estrellado. Cuando los funcionarios llegaron al lugar, Natalia fue encontrada fallecida, mientras que Daniel tenía lesiones pero estaba con vida. Luego fue trasladado al hospital bajo custodia.
En los últimos días, Yanina Lagos ha relatado a la prensa uruguaya lo que tuvo que experimentar Natalia después de poner la denuncia contra Daniel: “Fue a la comisaría y le dijeron que en 180 días. Le iban a poner una tobillera y no lo hicieron. No pasaron 180 días, pasó apenas un mes y sucedió esto. Ella pidió protección y se le negaron porque tenía que cumplir los 180 días para la tobillera”.
“(Natalia) no murió por una enfermedad, un psicópata se la llevó. Espero que pague, pero la vida de mi hermana no va a volver”, agregó Yanina.
El sujeto pasó a disposición de la justicia y se le han imputado siete delitos. Durante la audiencia de formalización, decidió no declarar y solo brindó sus datos personales.
La autopsia que se le realizó a Natalia arrojó que no tenía marcas del cinturón de seguridad en el momento de su fallecimiento. “Tiendo a pensar que no lo tenía puesto”, comentó el fiscal Ignacio Montedeocar, de acuerdo al sitio Subrayado.
“Por los distintos indicios que surgían de la carpeta entendemos que la intención claramente fue de impactar contra el peaje y con eso quitarle la vida a Natalia y eventualmente quitarse la vida él”, enfatizó.
Monteodeocar ha apuntado que Natalia no solo habría sido víctima de episodios de violencia física y psicológica, sino que también hay “indicios de violencia económica” por parte del imputado.
En Uruguay, los femicidios pueden implicar una pena entre 15 y 30 años. A eso se deben sumar los años de los otros delitos que se le adjudican al expolicía.