Un padre argentino está viviendo días muy tensos. Después de que se desatara la ola de ataques y violencia en Israel, Dani Lerer, periodista y experto en terrorismo y crimen organizado, reveló que su hija Brenda, de 18 años, está viviendo en Israel desde febrero de este año y todavía no ha regresado a casa.
Una vez que pisó el país, comenzó a sentirse tranquila y segura e incluso a proyectarse para quedarse a vivir allí. Pero nunca pensaría que, ocho meses después, estaría escondiéndose de los misiles para salvar su vida.
Este es el relato de un padre que, con las manos atadas, tuvo que sufrir mucha angustia, mientras su hija está en medio del colosal conflicto entre Israel y Hamás.
El relato del padre argentino que tiene a su hija de 18 años en Israel
Con la idea de conocer el país, su sociedad y tomarse un año sabático para decidir qué quería hacer en su futuro, Brenda partió a Israel en febrero de 2023. Quería aclarar su mente para ver si comenzaría a estudiar en Argentina o en Israel.
Por ello, junto con unas amigas, llegaron al país a disfrutar, pero también a perfeccionar su inglés en un curso que tomaron juntas. La idea era quedarse a trabajar ocho meses, por lo que alquilaron un departamento en el centro de Tel Aviv.
“El momento de la despedida no fue fácil para ninguno de los dos, ya que era la primera vez que nos separábamos por tanto tiempo, fue un momento duro pero gratificante a la vez, era ver como mi hija, que se lleva el mundo por delante, iba en búsqueda de su futuro, algo a lo que siempre la alentamos en casa para que ampliase su visión de la realidad y tenga más herramientas en la vida”, se sinceró su padre con Infobae.
Además, según relata Lerer, Brenda comenzó a manejarse rápidamente en la ciudad y en su camino encontró personas dispuestas a ayudarla en lo que necesite. “Eso es parte de la cultura del pueblo de Israel y aunque siempre lo supo, vivirlo en carne propia fue emocionante.”, explicó.
Pero cuando comenzaron los ataques, Brenda se levantó y fue a trabajar como todos los días, pues todavía no se enteraba de la grave situación que golpeaba al país. Cuando ya estaba en el hotel donde trabajaba, su padre la llamó y le explicó lo que estaba pasando.
“Fue entendiendo la crudeza de lo que se estaba viviendo en el país, de hecho, al volver a su departamento luego de la jornada laboral tuvo que ir a refugiarse bajo las escaleras unas 5 veces por el sonido de las sirenas. Los días subsiguientes ella y sus amigas no se movieron de su departamento un poco por la incertidumbre de lo que sucedía afuera y otro poco por consejos míos”.
Pero un problema surgió una de las noches posteriores al ataque, cuando se instó a que todos los ciudadanos estuvieran cerca de un refugio por 72 horas. No obstante, en el departamento donde Brenda vive, no existe ninguno cerca, por lo que debía trasladarse a la casa de unos amigos argentinos que conoció y que la acogieron, pero era de noche y debía viajar sola.
“Así fue que, a través de la madre de una amiga, fue contactada por una mujer que integra una red de ayuda para latinoamericanos, redes solidarias que abundan en Israel, para llevarla en su auto de un lugar a otro, arriesgándose a salir en el medio de la noche para ayudar a quien lo necesite. Esto realmente la conmovió, sintió como nunca la solidaridad israelí”, relató el hombre.
“El no poder estar al lado de una hija en estos momentos es durísimo, pero ella está tranquila y eso me transmite serenidad. Las noches son difíciles, casi no puedo dormir, la cabeza trabaja todo el tiempo, desde que comenzó todo no debo haber dormido más de ocho horas en total”.
Y aunque la estadía de Brenda en Israel debía durar hasta, al menos, diciembre, ahora están haciendo todos los trámites para que pueda volver a Argentina lo antes posible.
“La espero con los brazos abiertos y la convicción intacta de que debe seguir buscando su futuro donde sea que ella quiera”, concluyó el periodista y padre de Brenda.