Noviembre de 2004. En Santiago se extreman las medidas de seguridad. ¿El motivo? El 20 y 21 de ese mes se realizó la Cumbre de Líderes del Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC), con jefes de Estado que representaron un 60% del PIB internacional, de países como Rusia, Estados Unidos, China, Hong-Kong, Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Perú, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, Singapur, Tapei Chino, Tailandia y Vietnam.
El anfitrión fue el presidente Ricardo Lagos y las máximas figuras internacionales eran el líder ruso Vladímir Putin y el mandatario estadounidense George W. Bush, pero también asomaban el premier japonés, Junichiro Koizumi; el sultán de Brunei y el presidente chino, Hu Jintao.
También hubo CEOs, máximos ejecutivos, de las multinacionales top.
Según un informe de CNN, el monto contemplado en la Ley de Presupuestos para el evento alcanzó más de $4 mil millones.
Además de la capital Santiago de Chile, hubo reuniones en La Serena, Viña del Mar y Valparaíso, Pucón, Puerto Varas y Punta Arenas.
“Una comunidad, nuestro futuro” era el lema del evento que se llevó a cabo en Espacio Riesco, con tanta relevancia que incluso se decretó un feriado para “descomprimir” la ciudad.
Santiago, la ciudad más segura del mundo
Por entonces, la capital chilena Santiago fue etiquetada como “la ciudad más segura del mundo”, con miles de efectivos policiales en calles y azoteas y extensos perímetros custodiados por tecnología militar.
El metro de la ciudad cambió sus habituales basureros cerrados por bolsas plásticas transparentes, mientras un reporte de Clarín contó que Santiago se llenó de espías internacionales.
Defensa autorizó el ingreso de 500 armas semiautomáticas como parte de los dispositivos de seguridad de los líderes mundiales, y 200 de estas piezas fueron utilizadas solo por agentes estadounidenses a cargo de la protección personal de Bush.
Según reveló La Tercera, las armas autorizadas para los guardaespaldas del mandatario norteamericano fueron pistolas Beretta calibre 9mm, pistolas CZ 9mm y Colt 9mm.
Esa agitada semana, Putin y Bush se llevaron los flashes. Pero fue la presencia del mandatario estadounidense la que desató las más serias protestas a causa de la guerra en Irak, que acabaron con más de 130 detenidos.
Putin en Chile
El avión del presidente ruso Vladímir Putin arribó a las 17:15 del viernes 19 de noviembre a Pudahuel, tras enfrentar un retraso por una emergencia aérea en Portugal.
Junto a su comitiva —que incluyó a sus ministros de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov; y de Economía, Herman Gref— se trasladaron en 17 vehículos desde el aeropuerto hacia el hotel Crowne Plaza.
Su primera actividad fue una reunión con Lagos, que terminó con una conferencia de prensa conjunta.
Abogado de entonces 52 años de edad y ex miembro de la KGB, la desaparecida agencia de inteligencia soviética, Putin llamó al pueblo chileno a “olvidar los estereotipos de la Guerra Fría”.
“Desearía que los dirigentes y la población chilena vieran a Rusia como un socio en la arena internacional”, dijo Putin. “Estamos en el buen camino, pero los prejuicios aún no han desaparecido”.
Contó que conocía las frutas y el vino chileno, y que son habituales en las tiendas rusas, pero que los actuales intercambios comerciales “no llegan a los 100 millones de dólares”.
También elogió al presidente chileno, a quien calificó de “excelente experto” y “socio esperanzador” y abordó temas como la lucha contra el terrorismo, la corrupción y la liberalización comercial.
Tal vez la postal más recordada es la de Putin vestido de huaso chileno, junto a los mandatarios Lagos y Bush, con chamantos de Doñihue tejidos con hilo de seda y lana a doble faz.
Previo a su visita, en la única entrevista que dio a un medio chileno, Putin dijo a Canal 13: “Yo quisiera que en Chile exista una visión objetiva sobre Rusia”.
“Que la sociedad, los empresarios y los políticos de Chile vieran a Rusia como un socio confiable, que quede claro que Rusia es un socio confiable y comparte con Chile nociones fundamentales sobre la construcción de un orden mundial democrático y equilibrado, y que en el aspecto económico es un socio confiable”, agregó el líder del Kremlin.
El periodista Nicolás Vergara le preguntó por su ubicación ideológica. “Da la impresión y no es un gobierno comunista. Usted dijo que tenía cercanía al presidente Lagos en términos de su condición de socialista. Ideológicamente, ¿dónde está su gobierno?”, le dijo.
“Por supuesto que no, creo que debemos usar conceptos comunes a todos, pero hay que alejarse de las etiquetas. Con el presidente Lagos me he encontrado dos veces y después él visitó Rusia en 2002. Me dio una impresión muy buena, es un excelente experto y un socio confiable”, comenzó respondiendo Putin.
“Para mí no es importante que represente al Partido Socialista. Me importa que en la práctica Chile y Rusia actúen juntos frente a muchos problemas en la arena mundial”, añadió en los días en que Chile era miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Luego cerró: “Hasta donde sabemos, el gobierno de Chile tiene una política económica bastante liberal y a la vez dirigida socialmente, lo cual nos acomoda bastante”.