Caroline Darian tiene 46 años, y es hija de Gisèle Pelicot y Dominique Pelicot, dos nombres que Francia no olvidará jamás. A la mujer, por ser un símbolo de lucha y feminismo, y al hombre, por ser el “monstruo de Mazán” que permitió que más de 80 hombres violaran a su esposa, mientras estaba inconsciente.
Dominique y otros 50 hombres que fueron identificados por la policía francesa han sido juzgados y condenados por los macabros actos.
Y un par de semanas después de la sentencia, la hija de los Pelicot, Caroline, decidió conversar con la BBC sobre una arista del caso que continúa en la incertidumbre: sospecha que, así como lo hizo con su madre, Dominique habría drogado y abusado sexualmente de ella, su propia hija.
Esto fue lo que dijo.
Dominique Pelicot y el posible abuso a su hija Caroline
Era una noche de noviembre del año 2020 cuando Caroline Darian recibió una llamada que cambió su vida para siempre.
Era su madre, Gisèle Pelicot, quien con mucho pesar y ansiedad le comunicaba que su padre, Dominique Pelicot, estuvo drogándola por 10 años para que otros hombres que reclutaba por Internet pudieran violarla sin que se diera cuenta.
“En ese momento, perdí lo que era una vida normal”, dijo Caroline a la BBC. “Recuerdo que grité, lloré, incluso lo insulté. Fue como un terremoto, como un tsunami”.
Gisèle se enteró de esta macabra realidad cuando la policía francesa detuvo a Dominique, después de que lo atraparan tomando fotografías debajo de las faldas de distintas mujeres en un supermercado.
Allí, confiscaron sus dispositivos electrónicos y encontraron un arsenal de videos y fotografías donde estaban de forma explícita las más de 200 violaciones a Gisèle, mientras ella se veía completamente dormida.
Y unos días después de que su hija, Caroline, se enterara de todo, la policía la llamó y le mostró que entre el material, había dos imágenes de ella inconsciente en una cama, vistiendo una polera y ropa interior.
“El policía me dijo ‘mira, tienes la misma marca marrón en la mejilla. Eres tú’. Entonces comencé a ver esas dos imágenes de manera diferente. Estaba acostada sobre mi lado izquierdo, como mi madre en todas sus fotos”.
Caroline no recuerda el momento y, de hecho, en un inicio no pensó que fuera ella: “Viví un efecto de disociación. Me costó mucho reconocerme desde el principio”.
Es por esto que, tras conocer todo lo que le hizo a su madre, sospecha que también pudo haber sido víctima del monstruo de Mazán. “Sé que me drogó, probablemente para abusar sexualmente de mí, pero no tengo ninguna prueba”, dijo.
“¿Y cuántas víctimas son así? No se les cree porque no hay pruebas. No se les escucha, no se les apoya”.
“Mi padre debería morir en prisión”, dijo Caroline Darian
Por falta de pruebas, el tribunal —que sentenció a 20 años de prisión a Dominique Pelicot por el crimen que cometió por su entonces esposa, Gisèle— determinó que Caroline Darian no sufrió abuso sexual por parte de su padre.
Pero ella continúa convencida de que sí fue así. Ahora, en conversación con la BBC, dijo que está aprendiendo a vivir con la idea de que es hija de un torturador y de una víctima, “una carga terrible”.
“Cuando miro hacia el pasado, no recuerdo realmente al padre que creía que era. Miro directamente al criminal, al criminal sexual que era”
Todos los recuerdos felices de su infancia se borraron, y aseguró que nunca más llamaría “papá” a Dominique, una frase con la que tituló el libro donde expone la historia de su madre (I’ll Never Call Him Dad Again o Y dejé de llamarte papá, en español).
“Pero tengo su ADN y la razón principal por la que me comprometo tanto con las víctimas invisibles es también porque para mí es una forma de distanciarme de ese tipo. Soy diferente a Dominique”.
Eso sí, Caroline no cree que su madre sea un “monstruo”, sino que “sabía perfectamente lo que hacía y no está enfermo. Es un hombre peligroso. No hay manera de que pueda salir de la cárcel. De ninguna manera”.
El estado actual de Gisèle Pelicot tras el juicio
Según contó Caroline Darian, su madre está muy agotada por el juicio, pero “se está recuperando. Está bien”.
Tanto Caroline como Gisèle y sus otros hermanos están intentando reconstruir sus vidas después de haber obtenido justicia, un proceso que duró casi cuatro años desde que el caso se destapó.
Dominique Pelicot cumple sentencia y tendrían que pasar muchos años para que pueda ser elegible para la libertad condicional. Aún así, su familia no quiere volver a verlo nunca más.
Por su parte, la hija del matrimonio dijo que está muy interesada en seguir concientizando sobre la sumisión química —el delito de drogar a una víctima para que no sea consciente de los abusos que se cometen con ella— y educar a los niños y niñas sobre el abuso sexual.
Y es que cuando una persona es drogada como Gisèle, muchas veces no logra darse cuenta de lo que realmente le está pasando. A la francesa de 72 años, la drogaron por más de una década y solo por un “desliz” del modus operandi de su esposo, pudieron conocer todo lo que le hicieron por años.
Para sobrellevar el trauma, Caroline dijo que se apoya en su esposo, sus hermanos y su hijo pequeño de 10 años.