Algo extraño está ocurriendo en el océano Atlántico. Los datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) mostraron que las temperaturas superficiales de este mar están bajando intensa y repentinamente, y los científicos no logran entender el por qué.
Esta anomalía habría comenzado a ocurrir en mayo de este año, según los registros, después de que las altas temperaturas de esta zona del océano —que también alcanzó niveles récord de calor por la presencia del fenómeno El Niño y los efectos del calentamiento global y el cambio climático— cayeron repentinamente en los últimos meses.
Entonces, la NOAA comenzó a hablar de La Niña Atlántica, un fenómeno similar al que ya bien conocemos como simplemente La Niña (que se genera en el océano Pacífico Ecuatorial), cuya diferencia es que se desarrolla en el océano Atlántico.
Lo normal y esperable en esta época del año es que las temperaturas del Atlántico aumenten, pero ahora está pasando todo lo contrario. Es por esto que los expertos están desconcertados.
La Niña Atlántica y sus efectos sobre el fenómeno La Niña del Pacífico
Los científicos están observando con atención los cambios que se están produciendo en el océano Pacífico para determinar la llegada del fenómeno La Niña, que se caracteriza por temperaturas bajo el promedio en la zona pacífico ecuatorial.
Sin embargo, podría ser por casualidad —en realidad, los expertos no saben cómo explicarlo—, pero el océano Atlántico también se está enfriando a niveles récord, lo que podría hacer que se declare el arribo del fenómeno La Niña Atlántica que, al igual que La Niña que ya conocemos, tiene efectos importantes sobre los patrones del clima de la atmósfera.
Según explicaron desde la NOAA, La Niña Atlántica es la fase fría de un patrón climático (similar al ENSO), que los científicos llaman “modo zonal del Atlántico”. Cada ciertos años, este patrón oscila entre fases frías y cálidas.
Los eventos fríos son conocidos como Niñas del Atlántico, mientras que a los eventos cálidos se les llama Niños del Atlántico. Para determinar el establecimiento del uno y del otro, se deben cumplir requisitos: durante tres meses, el Atlántico ecuatorial oriental debe superar los 0,5 °C (El Niño) o estar 0,5 °C bajo el promedio (La Niña).
Ahora, lo que tiene desconcertados a los científicos es el rápido descenso de las temperaturas del océano Atlántico, algo que nunca había pasado en los registros históricos que maneja el organismo.
En febrero y marzo de 2024, la temperatura superficial del mar fue extremadamente cálida en este océano, tanto así, que se se logró superar los récords desde 1982. Pero la transición de cálido a frío en estos últimos meses ha sido tan rápida, que nadie tiene una explicación certera de qué provocó este descenso.
“Nunca antes el Atlántico ecuatorial oriental había oscilado tan rápidamente de un evento extremo a otro”, escribieron desde la NOAA. “Hasta el momento, estas condiciones atmósfera-océano, aparentemente desfavorables para el desarrollo del fenómeno de la Niña Atlántica, son bastante desconcertantes”.
“Tendremos que investigar más a fondo para revelar las causas exactas de este fenómeno aparentemente inusual”.
El problema de esto es que La Niña Atlántica podría incidir en los efectos de La Niña del océano Pacífico Ecuatorial (la que más conocemos a fondo): “El Atlántico podría retrasar potencialmente el fenómeno de La Niña del océano Pacífico en un ‘tira y afloja’”, aseguró Michael McPhaden, investigador y científico de la NOAA.
“Mientras el Pacífico intenta enfriarse, el Atlántico intenta calentarse”.
Además, La Niña Atlántica podría incidir en las precipitaciones de La Niña del Pacífico, además de aumentar la probabilidad de huracanes cerca de las islas de Cabo Verde.
“Será interesante observar si esta Niña del Atlántico se desarrolla por completo y, de ser así, si tiene un efecto sobre la actividad de huracanes a medida que avanza la temporada. Estaremos atentos a este evento en las próximas semanas”, escribieron desde el organismo.
Cuándo llega el fenómeno La Niña del Pacífico Ecuatorial
A pocas semanas de que termine agosto, La Niña del océano Pacífico Ecuatorial todavía no se ha desarrollado por completo. Según la NOAA, el fenómeno se hará esperar todavía un poco más: en su último informe, pasaron de un 70% de probabilidad de que se establezca entre agosto, septiembre y octubre, a un 66%.
Es decir, la cifra actualizada de probabilidad de que La Niña se desarrolle entre septiembre y octubre descendió a un 66%.
Además, agregaron que existe un 74% de probabilidad de que aparezca entre noviembre y enero.
“El equipo de pronosticadores predice probabilidades casi iguales para ENSO-neutral y La Niña en agosto-octubre 2024″, escribieron los expertos del organismo estadounidense en la discusión diagnóstica que analizó los modelos de clima actualizados.
Esto significa que en estos meses, existen las mismas posibilidades de que permanezcamos en un estado Neutral (sin cambios mayores en el clima) o que finalmente llegue La Niña (que modificará drásticamente el clima al disminuir las temperaturas del océano).
La NOAA declaró que el enfriamiento de la temperatura superficial del mar ha estado más lento de lo anticipado, lo que explicaría por qué, a la fecha, todavía no se ha desarrollado La Niña. No obstante, cree que la temperatura y las anomalías de los vientos del este “permanecen propicias para el desarrollo de La Niña en los siguientes meses”.
Es decir, pese a su retraso, es altamente probable que La Niña logre completar su desarrollo durante la primavera austral y que ya en este próximo verano, comencemos a sentir sus efectos sobre el clima y la atmósfera.