El trabajo, los estudios, la situación mundial y, simplemente, la vida moderna tiene a muchos en estado de alerta. El estrés y la ansiedad son dos trastornos que, en los últimos tiempos, se han vuelto muy comunes en las personas. Esto provoca que estén en alarma constantemente, pero no por motivos beneficiosos de adaptación, sino como una respuesta en contra la salud del propio organismo.
En esta línea, las repercusiones negativas a nivel físico y emocional son bastantes. Así, el doctor Enrique De Rosa Alabaster —quien se especializa en temas de salud mental— le recordó a Infobae una serie de artículos científicos que establecen que sufrir estos trastornos de forma crónica puede aumentar la rapidez en la que una persona envejece y, por ende, incidir en la salud y quitar años de vida.
Cómo el estrés y la ansiedad aceleran el envejecimiento
El cuerpo, al sentir estrés o ansiedad, incrementa su producción de cortisol y adrenalina, impactando así en las variables cardiovasculares y hormonales. Esto incide negativamente, pues está vinculado a la aparición de patologías que suelen presentarse cuando una persona está envejeciendo, como la hipertensión arterial o la diabetes.
Otra forma en la que afectan al cuerpo y su rápido envejecimiento es a través de la inflamación, que en pacientes con estos trastornos suele ser crónica y daña las células y los tejidos.
Es aquí cuando aparecen otros problemas como asma, artritis reumatoide, inflamación del intestino, psoriasis, esclerosis múltiple e, incluso, algunos artículos de medicina hablan de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Además, el “estrés oxidativo” aparece cuando se producen muchos radicales libres — unas moléculas que se producen cada día en nuestro organismo como resultado de las reacciones biológicas que se producen en las células y que ayudan a la salud—, pero no suficiente cantidad de antioxidantes, por lo que las células y el ADN podrían verse afectados negativamente.
¿Cómo aliviar el estrés y la ansiedad?
Según información de Mayo Clinic, calmar el estrés y la ansiedad no debe significar una preocupación más, pues con acciones bastante sencillas puedes hacer grandes cambios en tu vida. Estas son algunas de sus recomendaciones:
- Sé una persona activa: cualquier clase de actividad física reduce el estrés. El ejercicio libera endorfinas que te harán sentir bien, mejora el estado de ánimo y calma el enojo. Puedes considerar caminar, trotar, trabajar en el jardín, limpiar la casa, andar en bicicleta, nadar, levantar pesas o cualquier otra cosa que disfrutes y te mantenga activo.
- Lleva una dieta saludable: la alimentación es fundamental, por lo que consumir los nutrientes que necesitas, a través de frutas, vegetales y cereales integrales, puede ayudarte a sentirte más en calma. Además, procura evitar hábitos poco saludables, como tomar demasiada cafeína o alcohol, fumar, comer en exceso o consumir sustancias ilegales.
- Medita: este ejercicio mental puede transmitir una sensación de calma, paz y equilibrio a tu cuerpo y mente, pues con él lograrás liberar tu cabeza de pensamientos que te mantienen en alerta.
- Duerme lo suficiente: el sueño es el momento donde el cerebro y el cuerpo se recargan de batería para un nuevo día. La calidad de tu sueño puede incidir en tu estado de ánimo, por lo que idealmente haz una rutina tranquila y relajante antes de acostarte para lograr conciliarlo.
- Busca ayuda: si sientes que, por más que trates, no logras despojarte del estrés y la ansiedad, es posible que necesites ayuda profesional de un médico o psicólogo. Ellos podrán ayudarte a identificar las fuentes de tus problemas y aprender herramientas para afrontarlos.