El fenómeno El Niño está por terminar, pero pronósticos indican una posible La Niña en 2024

Ya van cerca de seis meses en los que el fenómeno El Niño ha mantenido una intensidad continua. Los científicos anunciaron que está alcanzando su fase de maduración, pero que pronto se debilitará, dejando en el horizonte una esperada fecha de término, donde bajarían las altas temperaturas del Océano Pacífico.

Según las estimaciones de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), El Niño 2023 está en el ranking de los 5 fenómenos más fuertes de las últimas décadas.

Pese a ello, actualmente existe una burbuja de agua fría en el Pacífico Tropical que estaría bajando las temperaturas, por lo que existe una “alta probabilidad” de que este evento finalice en abril de 2024.

No obstante, los pronósticos de la NOAA apuntaron a que existe la posibilidad de que en algún momento del próximo año se forme el fenómeno La Niña, el opuesto a lo que hemos vivido estos últimos meses.

¿Cómo afectaría La Niña el clima del planeta?

La Niña es básicamente todo lo contrario a El Niño. Es decir, en lugar de que se calienten las temperaturas del Océano del Pacífico Tropical, lo que hace La Niña es enfriarlas.

Esto quiere decir que los países que experimentaron más precipitaciones e inundaciones durante El Niño, con La Niña podrían tener más sequías y viceversa (los territorios con más sequía tendrían mucha más lluvia).

En esta línea, y al igual que su contrario, este fenómeno trae grandes consecuencias en el clima del planeta. Por ejemplo, las temperaturas del aire de América en invierno podrían ser más calientes de lo normal en el sudeste y más frías en el noreste.

Según los registros de otros eventos pasados, La Niña produce condiciones más secas y frescas en países como Ecuador y Perú, y más húmedas en el noreste de Brasil.

Otro efecto de este evento es que puede propiciar más huracanes en el Atlántico norte, pues los vientos se fortalecen y hay menos variación en su velocidad y dirección.

Sin embargo, cabe recalcar que La Niña no siempre sigue los patrones esperados, por lo que sus efectos sobre el planeta podrían ser completamente distintos a los que se han registrado en sus visitas pasadas.

Según los pronósticos de la NOAA, en abril, mayo y junio de 2024 El Niño estaría en una fase “neutra” y disminuiría en los siguientes trimestres. No obstante, en este tiempo donde las temperaturas del océano comienzan a bajar, en paralelo aumentan las probabilidades de que se forme La Niña en un 44%.

Esto no significa que los científicos esperan que con certeza se formará La Niña, no obstante, las posibilidades están, porque históricamente, este fenómeno ha sucedido justo después de un fuerte El Niño.