Aunque los humanos no podemos sentir lo que pasa en el interior de nuestro planeta, el núcleo interno de la Tierra, una esfera a kilómetros de profundidad y que, según la ciencia, cumple la función de protegernos de la radiación espacial y permitir que haya vida en la superficie, se detuvo y podría comenzar a girar en el sentido contrario.
Para entender mejor, hay que imaginarse que la Tierra tiene capas, por ende, posee una esfera gigante superficial y, a 5000 km de profundidad, tiene otra esfera más pequeña, que sería el núcleo. Teóricamente, si la esfera de la superficie está girando en una dirección, la de adentro la acompaña, pero a una velocidad ligeramente distinta.
Lo que sucedió, según el estudio de Yi Yang y Xiaodong Song, científicos del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Beijing, es que la esfera interna (el núcleo) se detuvo y podría empezar a girar en el sentido contrario a la esfera superficial.
Sin embargo, no significa que se haya detenido para siempre.
El estudio informó que el núcleo puede hacer pausas breves, donde se detiene, para después cambiar la forma en la que gira -en relación con el movimiento de la superficie de la Tierra-, y que en este momento es posible que se esté realizando este cambio.
¿Qué efectos tendrá sobre la Tierra?
Los investigadores concordaron en que el cambio más relevante sería en la duración del día, pero en fracciones de segundo. Esto sucede principalmente porque la Tierra tendría pequeñas variaciones en el tiempo exacto que tarda en girar sobre su eje.
“En los últimos años, los días se están haciendo más cortos y es posible que en parte se deba al núcleo de la Tierra”, explicó Song. Según el análisis del geólogo, hoy el día es una milésima de segundo más corto que un día en 1970.
Esta revelación se dio porque, en la investigación, los científicos se dieron cuenta de que las distintas capas del planeta tienen vínculos entre sí. Es decir, la corteza, el manto y el núcleo están conectados y, por ende, si el núcleo sufre cambios, el resto también.
“Esperamos que nuestro estudio pueda motivar a algunos investigadores a construir y probar modelos que traten a toda la Tierra como un sistema dinámico integrado”, dijeron Yi Yang y Xiaodong Song en este nuevo estudio publicado en Nature Geoscience que causó conmoción en el mundo.