Una barcaza para alojar a hasta 500 solicitantes de asilo llegó el martes a Inglaterra después de que el Parlamento aprobara su debatida ley para combatir la inmigración.
El Bibby Stockholm fue trasladado por una remolcadora hasta Portland después de que la controvertida propuesta del gobierno fuera aprobada tras superar la resistencia en la Cámara de los Lores.
Tanto la embarcación como la ley forman parte de la estrategia del primer ministro, Rishi Sunak, para impedir que los migrantes hagan la peligrosa travesía del Canal de la Mancha en embarcaciones pequeñas y peligrosas.
La norma se convertirá en ley tras ser refrendada por el rey, Carlos III.
El gobierno conservador ha prometido “detener los barcos”, sobrecargadas pateras y otras embarcaciones pequeñas que cruzan desde el norte de Francia con migrantes que aspiran a vivir en Gran Bretaña.
Más de 45.000 personas cruzaron el Canal hasta Gran Bretaña en 2022. Muchas murieron en el intento.
La polémica ley
La ley pretende disuadir a la gente de emprender el viaje e impedirá que las personas pidan asilo en Gran Bretaña si llegan de forma ilegal.
Según el texto, los que sean descubiertos serán devueltos a su país o deportados a otro país seguro, y se les prohibirá regresar jamás a Gran Bretaña.
El gobierno intentó enviar a algunas de las personas llegadas sin autorización a Ruanda, pero el mes pasado la Corte de Apelaciones declaró que el plan era ilegal.
El gobierno tiene previsto apelar ante la Corte Suprema británica.
La ley se aprobó tras negociaciones que duraron toda la noche del lunes entre la Cámara de los Comunes, donde los conservadores tienen mayoría, y la Cámara de los Lores, formada por miembros no electos y que puede enmendar pero no bloquear leyes.
Los miembros electos del Parlamento rechazaron enmiendas que habrían incluido protecciones contra la esclavitud moderna y límites a la detención de niños.
Primeras críticas
Best for Britain, un grupo que aspira a mantener fuertes lazos internacionales después del Brexit, dijo que la ley negaría a refugiados y solicitantes de asilo sus derechos reconocidos por el derecho internacional y supondría que habría más personas detenidas a cargo de los contribuyentes.
“Esta cruel propuesta de ley dará al gobierno luz verde para ignorar el derecho internacional y maltratar a los refugiados para distraer de su propio fracaso a la hora de arreglar los problemas que crearon cuando los ministros cerraron las rutas seguras de asilo”, dijo Naomi Smith, directora general de Best for Britain, en un comunicado.
“Esta política no solo es moralmente repugnante, es totalmente impracticable”.
Simon Murray, subsecretario de Estado para la Oficina de Interior y miembro de la Cámara de los Lores, instó a sus pares a aprobar la ley y dijo que el sistema de asilo británico estaba sobrepasado y los contribuyentes pagaban 6 millones de libras (7,8 millones de dólares) al día para alojar a las personas que esperan.
“Si la gente sabe que no hay modo de quedarse en Gran Bretaña, no arriesgará su vida ni pagará a delincuentes miles de libras para llegar aquí de forma ilegal”, dijo Murray.
“Por lo tanto, lo adecuado es que detengamos los barcos y rompamos el modelo de negocio de las pandillas criminales que se aprovechan de personas vulnerables”.