Hay ocasiones en que las personas toman la decisión de tatuarse algo con un significado muy valioso, ya sea un dibujo, una leyenda o una fecha en particular. Dentro de ese mismo grupo también están aquellos que, flechados y seguros de haber encontrado el amor eterno en una pareja, resuelven llevar su nombre tatuado en la piel para el resto de la vida.
En el futuro, esa idea puede terminar siendo un tremendo dolor de cabeza. Algo así le ocurrió a Jorge Valdivia, que desde hace aproximadamente diez años llevaba impregnado en su brazo derecho el nombre de su exesposa, la bailarina Daniela Aránguiz, con quien ha protagonizado una serie de escándalos en el último tiempo después de su ruptura.
El “Mago” no es el único que ha pasado por este proceso. Si bien algunas personas deciden remover tatuajes con láser, en su caso llegó a la conclusión de que lo mejor para eliminar su antiguo tatuaje que rezaba “Daniela”, era cubrirlo con una nueva ilustración, técnica que se conoce en el mundo del tattoo como cover up.
La tattoo artist que cubrió el tatuaje de Jorge Valdivia
Samantha Herrera (29), del estudio Andrómeda Ink Studio, fue la artista encargada de darle un nuevo aire a la tinta que Valdivia llevaba en su piel.
En entrevista con La Tercera, la mujer relata que los cover up siempre implican un proceso muy complejo, dado que al cicatrizar puede ocurrir que se siga viendo el dibujo antiguo.
Por lo mismo, no a todos los tatuadores les gusta hacer coberturas.
Ella suele dedicarse más bien a crear tatuajes de línea fina, pero de vez en cuando acepta efectuar algunos trabajos de cover up. Para conseguir un buen resultado de este tipo deben presentarse ciertos requisitos, por ejemplo, saber qué es lo que el cliente quiere tapar exactamente y la edad que tiene ese tatuaje.
“Mientras más antiguo sea es mucho mejor, porque como la tinta se desgasta cobra un tono azulado o verdoso, entonces es mucho más fácil que pueda taparse. Si tiene un año o dos de antigüedad es muy poco tiempo”, destaca Samantha.
Al ver el tatuaje del “Mago”, la tattoo artist se fijó en que tenía un color azulado, estaba desgastado y con las líneas que decían “Daniela” muy expandidas. Esas fueron señales exactas de que se podía hacer un cover up con mayor facilidad.
Pero había un pequeño problema: la frase medía 8 centímetros de ancho, por lo que el espacio era sumamente reducido. Eso significó que se limitaran las posibilidades de los posibles diseños, y de inmediato, Samantha se propuso investigar qué es lo que podría hacer en una zona tan pequeña.
Anteriormente, el exfutbolista se había hecho otro trabajo de cover up con Samantha, cuyo resultado lo dejó contento. En esa ocasión fue él quien escogió el diseño, un Joker representado por el actor Joaquín Phoenix. Sin embargo, ahora puso todas sus esperanzas en lo que Samantha estimara mejor para él: fue ella quien escogió el dibujo.
“Ya sabía como yo trabajaba, entonces me dio la libertad absoluta de poder trabajar en el segundo tatuaje. No me dijo con qué podría taparlo, me dijo ‘tú ves lo que haces, confío en ti’. Y así fue”, expresa la tatuadora.
Como le había sacado una fotografía del tatuaje que Valdivia deseaba olvidar, Samantha la pasó a su iPad y comenzó a bocetear encima de la imagen para encontrar una ilustración acorde.
“Llegué finalmente a un ojo porque se puede hacer pequeño y también porque es horizontal, justo el espacio que él tenía en el tríceps. Me calzaba justo como para poder tapar ese tatuaje”, afirma. Después que dibujó el ojo fue agregando detalles y ornamentos, lo que le permitió ocultar mucho más el tatuaje estropeado.
Con el diseño listo, solo faltaba que se concretara la cita para olvidar esa tinta en la piel que aquejaba al exjugador. A fines de marzo realizaron dos sesiones, de cuatro horas cada una, donde Samantha consiguió borrar todos los indicios de la expresión “Daniela” en el tríceps de Valdivia.
El resultado
“Él quedó súper contento porque no se imaginó que no se iba a ver nada en la segunda sesión. Cuando terminamos le dije ‘míralo en el espejo, ve qué te pareció’ y se asombró”, recuerda la tatuadora. Esa sorpresa del resultado final también la sintió ella, ya que no se consigue ver prácticamente nada de lo que había antes.
“No hago este trabajo a diario, pero pude aprender aún más de lo que se trata el cover up. No sabía qué podía llegar a tanto, tapar definitivamente un tatuaje es difícil. Solo el hecho de hacerlo me asombra de mí misma”, concluye la artista.
Días después que saliera a la luz el nuevo diseño en la piel de Jorge Valdivia, Aránguiz contó en el programa Zona de Estrellas qué le pareció su decisión:
—Me hizo un favor.