El siniestro “aprendiz” de Dominique Pelicot que aplicó la misma técnica de sumisión química para abusar a su esposa

Entre los 50 hombres que están siendo juzgados en Aviñon, Francia, por haber violado a Gisele Pelicot de 72 años mientras estaba inconsciente, sobresale el nombre de Jean-Pierre Maréchal.

El hombre es un camionero de 63 años que presuntamente participó en el macabro plan de Dominique Pelicot, el entonces esposo de Gisèle, quien la drogaba hasta dejarla inconsciente e invitaba a distintos hombres para que abusaran de ella, mientras él tomaba registros fotográficos y de video.

Se trata de uno de los casos más importantes e impactantes de Francia por la brutalidad de la historia y el actuar de decenas de hombres que parecían “normales” ante la mirada de la sociedad.

La mayoría tiene familia y relaciones estables y oficios corrientes como periodistas, bomberos, electricistas, entre otros.

Pero el caso de Jean-Pierre Maréchal es un poco diferente al resto de los acusados, y es que en la audiencia se reveló que era un ávido aprendiz de Dominique Pelicot y su técnica para drogar a una mujer y someterla.

Y la víctima fue su esposa.

Jean-Pierre Maréchal tiene 63 años y era camionero de profesión. Ahora, está en prisión preventiva y es uno de los 50 hombres identificados como participantes de las reiteradas violaciones hacia la francesa Gisèle Pelicot que sucedieron entre 2011 y 2020.

Algunos medios franceses le han llamado “el clon” de Dominique Pelicot, pues este le habría enseñado la técnica que usaba contra Gisèle para que los hombres pudieran abusarla sin que ella se enterara, por el estado de inconsciencia que le provocaban las drogas.

Fue hace 10 años cuando el hombre, tal y como lo hizo Dominique con Gisèle, ocultó ansiolíticos y somníferos en la comida de su esposa identificada como Cilia M., para después violarla al menos 12 veces junto con Dominique.

Según explicó su defensa en el juicio, Jean-Pierre y Dominique se conocieron en el foro Coco.fr de encuentros sexuales donde el principal imputado, al igual que lo había hecho con otros 80 hombres, le ofrecía violar a su esposa, Gisèle.

Jean-Pierre se habría negado, pero aceptó que Dominique le contara los “secretos” sobre cómo lograba que su esposa no se diera cuenta de los abusos.

Fue así cómo se conocieron en persona y abusaron de Cilia, madre de sus tres hijos y con quien Jean-Pierre lleva más de 30 años casado.

La esposa de Jean-Pierre Maréchal no sabía que estaba siendo abusada, al igual que Gisèle Pelicot.

Según explicó un artículo de El País, en una noche de junio de 2020, ella se despertó de las drogas en plena agresión: cuando abrió los ojos, vio como un hombre desconocido estaba en su pieza, junto a su esposo.

En esa ocasión, también estaba Dominique Pelicot, quien alcanzó a huir.

Jean-Pierre intentó justificar la presencia con el hombre con que “quería ver su ropa interior”.

“No le creí, pero de ahí a sospechar que era por violaciones… No, era impensable”, dijo Celine en la audiencia. Pero todo cambió cuando la policía encontró en los registros de Dominique decenas de fotos de la mujer desnuda en su cama.

Ella se convenció en ese momento, pues siempre que se iba a dormir, estaba vestida.

La defensa de Jean-Pierre aseguró que “él reconoce los hechos, dice que es culpable y merece una pena alta. No viene aquí a contar que su esposa miente o consintió aquellos encuentros. En lo absoluto”.

“Su esposa fue agredida, fue violada. Pero ahora hay que exponer la personalidad de Maréchal en el tribunal: alguien que fue violado, abusado, que contempló orgías en su casa…”, le dijo a El País Patrick Gontard, abogado del excamionero.

Los abogados de Jean-Pierre Maréchal están enfocándose en un relato de “traumas”: dijeron que el hombre creció en una familia pobre en una granja, que su madre era alcohólica y su padre extremadamente violento.

“Los niños recibían palizas muchas noches atados a algún árbol de la propiedad. Se refugiaban en las jaulas de los conejos para escaparse del padre”.

Continuó: “Fue violado por su padre, como sus hermanos y hermanas. Una de ellas, de hecho, nunca lo soportó y se suicidó. Es verdad que vivió 45 años sin manifestar una reacción a esos problemas, pero hubo un catalizador que provocó que todo saliera a flote: el encuentro con Pelicot. Fue así cómo cayó en la perversión que había visto en su casa, porque jamás había hecho algo así”.

La idea de la defensa es lograr algún atenuante en la pena del francés.

Por otra parte, un elemento importante del juicio es que la esposa de Jean Pierre, Cilia M., no ha interpuesto ninguna denuncia.

“No quiero que mis hijos sufran más. Son tan infelices ahora que prefiero protegerlos. Era un hombre tan estupendo que no puedo olvidar esos años. No entiendo nada”, dijo hace un mes, en las audiencias.

También agregó que “con mi marido era todo formidable. Todo fue siempre muy bien, era un padre muy protector. Es inconcebible que haya hecho esto. Nos ha destruido por completo”, señaló ante el juez antes de cruzarse con él, la primera vez que se veían desde su arresto.