Uno de los temas más comentados por estos días es El amor después del amor, la producción de Netflix que retrata las etapas más importantes en la historia de Fito Paéz. Como está claro que el cantante argentino es la pieza fundamental en esta serie, gran parte del soundtrack oficial contiene algunas de las canciones más exitosas que él ha creado durante toda su carrera.
Si Iván Hochman fue el encargado de encarnar a Fito en su juventud y adultez, el músico uruguayo Agustín Britos fue quien puso la voz para regrabar los hits que aparecen a lo largo de los 8 capítulos de la biopic.
Pero, ¿quién es este joven que ha sorprendido por el gran parecido que tiene con la voz del artista rosarino?
Quién es Agustín Britos
Nacido en la ciudad uruguaya de Paysandú, Britos no solo es cantante, sino que también coreógrafo y actor. Según consigna el medio Infobae, el artista de 33 años tuvo un pasado como bailarín de ballet y luego incursionó con las imitaciones de Páez en eventos sociales, así como también en canales de televisión.
Precisamente, en el año 2014 Britos integró las filas del show de talentos Yo me llamo de Uruguay, donde acudían a presentarse los mejores dobles de artistas de distintos géneros musicales, tal como ocurre en Chile con programas de la misma índole.
Durante algunos capítulos el músico se presentó en el escenario caracterizado como Páez, mientras interpretaba canciones como Circo Beat y El amor después del amor, con las que sorprendió por su gran similitud vocal. En ese momento, Britos no sabía que en el futuro terminaría grabando con su propia voz para la serie biográfica del artista argentino.
Algunos de los registros del paso de Britos por el programa de talentos quedaron alojados en Youtube, los que pese a los años permanecen disponibles en su canal de la plataforma. Posiblemente, esa fue una de las formas en que llegaron a él para que fuera parte de la serie que por estos días ha cautivado al público.
Según contó el uruguayo en conversación con el programa radial Aduana de Palabras de CNN Argentina, fue Carlos Vandera, el productor encargado de El amor después del amor e integrante de la banda de Páez, quien lo contactó para avisarle que ya estaba preseleccionado para recrear la voz de la estrella del rock.
“Me pidió que ese mismo día grabara y mandara precisamente la canción El amor después del amor. Una especie de casting para definir quién se quedaría con el honor de cantar para la serie. Así fue que busqué una pista buena, la grabé y la mandé por la noche”, comentó en la entrevista.
Luego de enviar la prueba, tuvieron que pasar un par de jornadas para que Britos tuviera alguna noticia desde la producción si había quedado o no: “Al tercer día me comunicaron la gran noticia de que había sido seleccionado. Con todo eso, más la emoción que tenía, rápidamente viajé a Buenos Aires donde empecé a grabar para la serie en Estudios Cromo, en Palermo”.
Desde que pudo contar públicamente que era parte de la serie, Britos ha ido subiendo en sus redes sociales algunos videos de cómo ha sido para él esta inesperada experiencia profesional. En una publicación de Instagram, el músico dejó ver una serie de fotografías de una jornada de trabajo en el estudio. “Es un sueño hecho realidad”, escribió en el pie de foto.
Pero a pesar de que es un anhelo cumplido para Britos, el trabajo para lograrlo no estuvo exento de dificultades, según explicó a Aduana de Palabras. Y es que las canciones tuvo que grabarlas cuando Iván Hochman ya tenía las escenas listas, por lo que el desafío fue hacer coincidir la voz, además de “los tonos, el énfasis, la fuerza, la cadencia, los modos, todo, al detalle”.
“Hasta las tomas de aire, todo debía estar en armonía con lo que la imagen mostraba. Se trata de un trabajo que requiere una coordinación de momento exacto. Un tremendo laburo y muy artesanal, muy profesional, nada fácil, pero creo que, como resultado final, quedó bastante bien”, enfatizó.
Además de su participación en El amor después del amor, actualmente Britos es parte una banda en la que se tributa a Fito Páez, con la que presentará un espectáculo a fines de mayo en Uruguay.