Vemos con alegría y esperanza la mayor ola feminista de nuestra historia. Nuevas generaciones sumándose con fuerza a este enorme desafío, que es colectivo y transversal, a este coro de voces que demanda mayores avances en equidad de género, una mayor igualdad y a valorar el rol y el aporte de las mujeres en nuestro país.
Estos vientos de cambio llegaron para quedarse. No se trata de una moda, muy por el contrario, lo que estamos viviendo como sociedad es el resultado de una historia que comenzaron a escribir las pioneras en la conquista de derechos de las mujeres, hace ya muchas décadas, y que hoy se resignifica a la luz del momento social actual y a la decidida voluntad de las estudiantes.
Este llamado a la acción, que ya no admite demoras ni excusas, cuenta hoy con una importante adhesión ciudadana y con un contexto político favorable: el Presidente Sebastián Piñera se comprometió esta semana con medidas significativas y concretas para avanzar en una agenda de género que se haga cargo de las brechas y discriminaciones que persisten en contra de las chilenas. Hoy tenemos una oportunidad única de hacer las transformaciones legales y normativas y avanzar en cambios culturales que nos urgen.
Sabemos que transformar la cultura es lo más difícil, porque es allí donde se tejen las diferencias e inequidades más profundas, que se van reproduciendo por generaciones. Serán el marco regulatorio y la decidida voluntad política y social, los factores que permitirán avanzar en una mayor igualdad de derechos y oportunidades y, por tanto, en una sociedad que otorgue un mayor bienestar a todos y todas.
Por ello estamos todos los actores sociales llamados a sumarnos a este desafío, sin dudar. Y trabajar colaborativamente, para que podamos construir una sociedad donde las niñas nazcan y se desarrollen con iguales de derechos y oportunidades.
* Presidenta de ComunidadMujer