La estación  espacial china que se dirige actualmente hacia la Tierra cae más lentamente de lo previsto en un primer momento y podría entrar en la atmósfera terrestre el lunes por la mañana en hora universal, informó el sábado la Agencia Espacial Europea (ESA).

La agencia, que vigila el desplazamiento del Tiangong-1 ("Palacio Celeste 1"), había estimado anteriormente una ventana de caída comprendida entre el sábado a las 12.00 horas GMT (08.00 horas Chile) y el domingo por la tarde.

La caída en la Tierra de este módulo espacial fuera de control no debería provocar daños y ofrecerá un espectáculo "espléndido" similar a una lluvia de meteoritos, afirmaron las autoridades espaciales chinas.

En un comunicado publicado el sábado, la ESA dio una nueva ventana comprendida entre el domingo por la tarde y la mañana del lunes en tiempo universal, explicando que la caída del Tiangong-1 se ralentizó debido a una meteorología espacial más tranquila.

Un torrente de partículas solares debería haber incrementado la densidad en las altas capas de la atmósfera y precipitar la caída del laboratorio espacial. Pero no tuvo el efecto previsto, según la ESA.

Sin embargo, su ventana de entrada en la atmósfera sigue siendo "altamente variable", subrayó. También persiste la incertidumbre sobre el lugar donde podrían caer los eventuales restos.

"La gente no tiene que preocuparse", afirmó el jueves la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China (CMSEO) en su cuenta en la red social WeChat. Estas naves espaciales "no se estrellan en la Tierra violentamente como en las películas de ciencia ficción".

Este laboratorio fue puesto en órbita en septiembre de 2011 y estaba programado para hacer una entrada controlada en la atmósfera, pero dejó de funcionar en marzo de 2016 lo que generó preocupación por su "caída".

La probabilidad de que un humano sea golpeado por un objeto espacial de más de 200 gramos es de una entre 700 millones, según la CMSEO.