Frenar el cambio climático es el compromiso que muchos gobiernos, incluido el de Chile, se han propuesto para las próximas décadas.
Y es que las consecuencias de un medioambiente dañado, según predice la ciencia, podrían ser fatales: una de ellas, sería el aumento de los niveles extremos del mar provocados por marejadas, mareas y olas.
Es por esto que un estudio, publicado en 2021 en la revista Nature, mostró las consecuencias que puede traer la contaminación sobre los patrones en el clima del mundo. Los científicos analizaron más de 7.000 lugares que estarían expuestos a un aumento del nivel del mar y que podrían desaparecer.
Tres zonas de Chile entraron en el fatídico listado.
3 zonas en Chile podrían desaparecer gracias al cambio climático
El pronóstico del estudio es que en el año 2100 —y si todavía no se frena considerablemente el cambio climático— un 50% de los lugares estudiados podría experimentar eventos de clima extremos y, finalmente, quedar bajo el agua.
En esta línea, las regiones del hemisferio sur y subtropicales se verían mayormente afectadas. En ellas, destacaron las costas de las regiones de Valparaíso, Coquimbo y Atacama.
Según el siguiente gráfico, extraído del estudio y resaltado por la plataforma especializada Meteored, se puede apreciar que estas zonas de Chile podrían estar inundadas en 50 años más (el 2071 aproximadamente, tomando en cuenta la fecha en la que se publicó el estudio).
La misma investigación reveló que existen otros lugares del mundo que podrían quedar bajo el agua si no se frena el cambio climático. Entre ellos, están Alaska, en Estados Unidos, y el norte de Europa.
“Nuestros hallazgos tienen importantes implicaciones políticas y prácticas, ya que resaltan que incluso si se logran los objetivos del Acuerdo de París (que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero), los eventos extremos potencialmente conducentes a inundaciones costeras se experimentarán con una frecuencia sin precedentes en muchas partes de las cosas del mundo”, escribieron los autores.
Es decir, incluso si se llegaran a cumplir las metas de los gobiernos para reducir los efectos del cambio climático, las inundaciones podrían suceder de todas maneras, poniendo en riesgo la vida humana y las infraestructuras de las zonas “rojas”.