Una nueva crisis podría estar amenazando al planeta en los próximos años. Y no se trata de un problema sanitario, como la pandemia, sino algo que está instaurado en el sistema de cómo funcionan las ciudades del mundo.
Elon Musk, el magnate y propietario de Tesla y SpaceX, aseguró que la próxima crisis global será la falta de electricidad.
Y es que, según la realidad que ya viven algunos países, las ciudades podrían tener una deficiente capacidad eléctrica para responder a la demanda de energía que requieren los humanos en su día a día.
Pero, ¿qué consecuencias podría tener este próximo problema?
Por qué la electricidad podría ser un problema grave para la humanidad
Recientemente, The New York Times publicó un informe que indica que la demanda de energía eléctrica del mundo actual está poniendo al límite las redes eléctricas y, por consiguiente, los objetivos de luchar contra el cambio climático que se han propuesto muchos países podrían peligrar.
Pero, ¿cómo la demanda eléctrica aumentó tanto estos últimos años? La llegada de las nubes de datos, el vertiginoso avance de la Inteligencia Artificial (IA), los autos eléctricos y la criptominería serían algunos de los responsables detrás de las redes eléctricas “débiles”.
Y es que los sistemas que tenemos ahora están presentando “problemas”, como caídas, al tener que transportar más energía que hace unos años.
“El crecimiento simultáneo de la movilidad eléctrica y de la IA está creando una demanda excesiva de generación de energía eléctrica”, aseguró Musk.
Así, la tecnología está mostrando su “lado oscuro”: mientras más avanza, más recursos demanda y menos puede sostenerse en el sistema de electricidad mundial actual.
Pero al hablar de soluciones, se vuelve a abrir el debate de las energías más limpias. Según un artículo de Infobae, deberían construirse nuevos centros de generación eléctrica, pero por la alta demanda, se deberá regresar a la idea de las energías provenientes del gas, carbón, hidroeléctrica y carbón, entre otras. Es decir, un sistema híbrido.
Es aquí donde se ingresa al ya limitado campo de compromiso que tienen las autoridades mundiales contra el cambio climático, donde muchos se propusieron a casi eliminar en su totalidad las energías contaminantes.