Mantener una piel lozana y tersa es una prioridad para muchas personas. El colágeno es la proteína que ejerce una función clave en ello, puesto que es la encargada de sostener los tejidos conectivos no solo de la piel, sino que también de las articulaciones, los huesos y el pelo. Es, al mismo tiempo, la proteína más abundante en todo el cuerpo.
El problema es que, con el paso de los años, la producción de colágeno comienza a disminuir por naturaleza. Cuando eso ocurre, es posible tomar algunas medidas para favorecer de otras maneras la producción y así prevenir el envejecimiento prematuro.
La manera en que nos alimentamos, por ejemplo, es altamente beneficiosa para estimular ese proceso. Y no solamente se trata de incorporar frutas y verduras en la dieta, sino que también semillas. Entre ellas, la chía.
Cómo la chía puede ayudar a producir colágeno
La chía, cuyo nombre científico es Salvia Hispanica, corresponde a una planta nativa de áreas montañosas de Sudamérica, particularmente de países como Costa Rica, México, El Salvador, entre otros.
Es la pequeña semilla de la planta la comúnmente se utiliza para consumir. A menudo ha sido llamada un superalimento ya que, aún en pequeñas cantidades, es capaz de aportar muchos nutrientes que ayudan a la salud.
De acuerdo a la Clínica de Endocrinología y Nutrición en Barcelona (ENDOCS), algunos de los beneficios de la chía es que es una buena fuente de antioxidantes, lo que permite neutralizar el daño que hacen los radicales libres en las células. Esa función es esencial al momento de prevenir enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, el cáncer y el envejecimiento.
Esta semilla, al mismo tiempo, es rica en Omega-3. Se trata de un ácido graso soluble que el cuerpo no puede producir, por lo que la forma de adquirirlo es consumiéndolo. Entre las propiedades que tiene el Omega-3 está que mejora la salud cerebral, estimula el desarrollo de colágeno, ayuda a disminuir ligeramente la presión arterial y es antiinflamatorio.
De qué manera se puede consumir la chía
Una de las mayores ventajas de esta semilla es que es muy versátil, dado que se preparar de múltiples maneras. Hacer un gel viscoso de chía es una de las formas más comunes de consumirla, y para ello, se debe dejar reposando en un líquido -como agua o leche de cualquier tipo- por al menos media hora.
Otras formas sencillas de usarla es añadiendo una cucharada de la semilla en un zumo de frutas o smoothie, una salsa e incluso cuando se está preparando pan. Asimismo, hay quienes aprovechan el gel de la chía para sustituir al huevo, particularmente en aquellas preparaciones horneadas.