Durante gran parte de los años de vida, lo normal es que la memoria funcione en óptimas condiciones. Pero a medida que se entra en la vejez esta función, como tantas otras más, se va viendo un poco afectada.
Por lo mismo, desde la ciencia frecuentemente se ha buscado determinar cuáles son los factores que provocan que una persona esté mucho más expuesta a la pérdida de esta capacidad, y al mismo tiempo, qué medidas se pueden tomar para prevenirlo.
Ahora, una investigación científica publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences arroja luces sobre los alimentos que podrían traer grandes beneficios para combatir la pérdida de memoria relacionada con la edad.
Liderado por investigadores de la Universidad de Columbia y del Brigham and Women’s Hospital de la Universidad de Harvard, el artículo identificó que quienes tienen una alimentación baja en flavonoides tienen mayores riesgos de enfrentar la pérdida de memoria durante la vejez. Por lo tanto, quienes incorporan a los flavonoides en su dieta se ven menos expuestos a ver desvanecidos sus recuerdos.
Qué alimentos pueden ayudar a prevenir la pérdida de memoria
Según el sitio LiveScience, los flavonoides corresponden a un grupo de fitonutrientes, es decir, sustancias químicas que están en algunos vegetales. Una noticia alentadora es que existe una buena variedad de alimentos que son ricos en flavonoides y que usualmente están en las cocinas del hogar.
Algunos de ellos son el apio, las manzanas, las frutillas, las naranjas, los arándanos, las ciruelas, los tomates y las espinacas. Así también, los flavonoides están presentes en el té, el chocolate amargo, los frutos secos y el vino tinto.
Qué hacer ante deficiencia de flavonoides, según el estudio
Adicionalmente, los investigadores sugieren que no todo podría estar perdido para quienes tienen una deficiencia de flavonoides.
Y es que quienes tenían niveles muy bajos de estas sustancias y comenzaron a consumir una dosis diaria de 500 mg, a través de suplementos, pudieron mejorar su memoria considerablemente. Eso fue medido a través de pruebas cognitivas anuales que evidenciaron que esa mejora se mantuvo por los tres años que duró el estudio.
En tanto, los participantes que ya tenían una alimentación alta en flavonoides, no parecieron presentar algún tipo de efecto mayor por los suplementos.
Scott Small, académico de Neurología de la Universidad de Columbia, aseguró que identificar los nutrientes esenciales “para el desarrollo adecuado del sistema nervioso de un bebé fue un logro supremo de la ciencia de la nutrición del siglo XX”.
Y en la actualidad, según Small, los nuevos estudios permiten entender que “se necesitan diferentes nutrientes para fortalecer nuestras mentes que envejecen”.
“Nuestro estudio, que se basa en biomarcadores del consumo de flavonoides, puede ser utilizado como modelo por otros investigadores para identificar nutrientes necesarios adicionales”, concluyó el experto.
Cómo se hizo la investigación
Para realizar el estudio, el equipo científico escogió al azar a 3.500 adultos mayores que pudieran recibir suplementos de flavonoides por un plazo de tres años. Gran parte de ellos se identificó como “no hispanos y blancos”.
Uno de los pasos esenciales dentro de la investigación fue que las personas respondieran una encuesta que dejara conocer los principales alimentos de sus dietas. El grupo también tuvo que someterse a varias pruebas cognitivas que permitieron medir la memoria a corto plazo.
Luego, le brindaron suplementos diarios de flavonol a un grupo y a otros se les entregó placebo, es decir, una píldora falsa. Cuando ya finalizó el primer año, los investigadores identificaron que la memoria mejoró levemente para todos los participantes que habían consumido el suplemento de flavonol.
Sin embargo, en ese mismo grupo estaban los individuos que tenían niveles bajos de flavonoides. En ellos, sus puntajes de memoria aumentaron hasta un 10,5% si se les comparaba con los que habían recibido placebo, además de un 16% si se les comparaba con su propia memoria al inicio de la investigación.
Otros científicos están un poco divididos sobre los resultados del estudio de Columbia y Harvard. Es el caso de Carl Hodgetts, académico de la Universidad de Londres, quien rescató que se trataba de un artículo “interesante”.
Sin embargo, Hodgetts estuvo disconforme con que se diera a entender que los flavonoides en suplementos podían impactar en la función del hipocampo. Desde su perspectiva, se requieren de más resonancias magnéticas para poder concluirlo.