Hace 14.000 años habrían llegado los primeros habitantes de nuestro continente, América. Y con el propio ingenio humano, comenzó el primitivo desarrollo de la tecnología con los recursos que iban encontrando en la naturaleza.
La historia de la ingeniería, arquitectura y el arte es testigo de los inventos de los humanos que comenzaron a habitar desde las zonas más gélidas, las calurosas selvas y, pronto, los grandes imperios aztecas e incas.
Incluso con la invasión y llegada de Cristóbal Colón, a finales del siglo XV, muchos de estos inventos, que seleccionó la BBC, perduraron y, ahora, en pleno siglo XXI, siguen estando presentes en nuestra cotidianidad, no solo en América, sino en el resto del mundo.
Los lentes de sol
Los primeros habitantes de la zona del Ártico en América tuvieron varios obstáculos para sobrevivir. Las bajas temperaturas y la nieve fueron uno de ellos, y es que el reflejo del sol sobre la superficie blanca era bastante fuerte para sus ojos.
Por ello, diseñaron estos artefactos para poder superar las largas temporadas de nieve. Tenían una apertura pequeña, por donde se podía mirar, pero sin duda el resto del cuerpo reducía el impacto del reflejo de la luz en su rostro.
Ahora, además de los lentes para la nieve, estos evolucionaron para protegerse también de los rayos ultravioletas, lo que ahora ocupamos a diario en esos días soleados y, por qué no, en los nublados donde el cielo toma una tonalidad clara y blanca.
El Kayak
Esa actividad entretenida y turística en el mar, lagos y ríos antes fue el recurso de los indígenas para poder conseguir alimentos, en un entorno hostil y difícil.
Hace unos 4.000 años, utilizando la piel de focas y los huesos de ballenas, pudieron desarrollar una embarcación individual para pescar sobre la superficie del agua, ayudándose con el impulso de remos.
Cuatro siglos más tarde, también se lo utiliza para sobrevivir en comunidades del Ártico, pero también es un deporte olímpico.
Los puentes de suspensión
Los incas son conocidos por haber dejado como herencia el uso de los puentes de suspensión para conectar los caminos, una red inteligente y bien planeada que conectaba al Tahuantinsuyo, en Perú.
Estaban construidos en base a una hamaca: un tejido que es sostenido por dos puntos que hoy todavía se utiliza en distintos senderos turísticos del mundo y que, además, fue fuente de inspiración para los ingenieros que después desarrollaron los puentes colgantes de ciudades grandes e importantes del mundo.
Las pastillas para el dolor
Los indígenas norteamericanos descubrieron distintas plantas y comenzaron a utilizarlas como medicinas, como el estramonio, que sirve como anestesia para las heridas y, también, para controlar el dolor.
Aunque su evolución con el tiempo no fue la mejor, pues se convirtió en una droga para cometer delitos y hacer perder la conciencia a las personas.
Pero otro descubrimiento de los indígenas, el sauce negro, logró obtener el ácido salicílico que, además de curar, se utilizaba en quienes tenían dolores musculares u óseos. Y hoy, esta sustancia es la base de la aspirina.
El caucho
El “árbol que llora” fue descubierto por los indígenas en el Amazonas, y lo bautizaron así pues de él extraían una sustancia, conocida como látex que ahora se utiliza como revestimiento para distintos objetos, fabricación de un sin fín de elementos, como pelotas y calzados.
Y aunque actualmente se logró sintetizar el caucho y producirlo de forma artificial, sus orígenes son, sin duda, gracias a los indígenas americanos.
Pipa de tabaco
Los orígenes del tabaco provienen del Caribe y del norte de América. Pero además, fueron los propios indígenas americanos los que diseñaron la herramienta ideal para poder fumar esta hierba.
Y es que en sus ceremonias o encuentros, era común, como hacemos hoy, fumar “socialmente”. Por ello, crearon la pipa, conocida como “calumet”, que era una caña que pronto evolucionó en la pipa que hoy conocemos y que adquirió su mayor popularidad entre los siglos XIX y XX.