La vitamina D está presente en pescados, huevos y productos lácteos enteros. "Es una vitamina que actúa como una hormona en el metabolismo del calcio, fósforo y la consolidación de minerales de los huesos. En los niños, su déficit puede producir raquitismo y en los adultos mayores, osteomalacia o huesos débiles", dice Arturo Borzutzky, académico de Medicina de la U. Católica e investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (Imii).
Por años se ha dedicado al estudio de esta vitamina y su relación con otras enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple y las alergias. Por eso califica de "alarmantes" las cifras reveladas por la Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), que evidencian que el 84% de las mujeres entre los 15 y los 49 años tiene un déficit de esta vitamina. Incluso, el 13% tiene un déficit severo. Entre los adultos mayores, la situación es peor: solo el 13,4% tiene un nivel aceptable.
"Hay muchos efectos extraesqueléticos relacionados con la vitamina D. Casi todas las células del cuerpo tienen receptores para ella, por lo tanto, tiene acciones biológicas en todos los órganos del cuerpo", señala Borzutzky. Los últimos estudios han mostrado que la disminución de la vitamina D tiene relación con mayores tasas de infecciones respiratorias, enfermedades autoinmunes, alergias y también cáncer. Si una mujer con déficit severo se embaraza, tiene más riesgo de parto prematuro, preeclampsia y diabetes. Sus hijos podrían sufrir enfermedades respiratorias y alergias.
Son dos las razones para este déficit: dieta pobre en los alimentos que contienen vitamina D y poca exposición al sol. En las zonas más lejanas de la línea del Ecuador, en los que hay menor radiación, el déficit de vitamina D de esa población es mayor. Se estima que casi el 90% de la síntesis de esta vitamina se produce a través de la radiación que recibe la piel, por lo que quienes no se exponen al aire libre tienen más riesgo. Un estudio de 2016 de Borzutzky en 108 niños de la Región de Magallanes mostró que el 96% tenía déficit de la vitamina (62%, déficit severo).
Samuel Durán, vicepresidente del Colegio de Nutricionistas Universitarios, dice que se trata de un "nutriente emergente", que está cobrando mayor relevancia. Incluso, se estudia si las recomendaciones dietarias para esta vitamina son adecuadas o se deben aumentar, dice el nutricionista.
A juicio de Borzutzky, se debe estudiar una posible suplementación, sobre todo en la población de riesgo del extremo sur. "Hay suplementos alimenticios que se pueden agregar a la dieta, como pastillas o gotas. También a través del pan o jugos fortificados", dice.
Durán cree que antes de indicar suplementación se debiera probar con cambios de hábitos, como aumentar el consumo de pescados y exponerse un poco más al sol, en horarios de menor radiación.