Usar cigarrillos electrónicos, o vapear, implica apenas una fracción del riesgo que conlleva fumar tabaco y debería ser alentado entre los fumadores para obtener beneficios médicos sustanciales, dijeron hoy martes expertos británicos en salud pública.
En una revisión de la evidencia sobre los cigarrillos electrónicos encargada por la entidad respaldada por el Gobierno Public Health England (PHE), los especialistas dijeron que los dispositivos ya estarían ayudando a más de 20.000 fumadores británicos al año a dejar de fumar, y posiblemente a muchos más.
El reporte señaló que existe "mucha confusión pública" sobre la nicotina, ya que menos del 10 por ciento de los adultos sabe que la gran mayoría de los daños que causa el tabaquismo no se deben a la nicotina.
Además, indicó que la evidencia no avala la preocupación de que los cigarrillos electrónicos sean la puerta de entrada al tabaquismo entre los jóvenes.
"Nuestra nueva revisión refuerza el hallazgo de que vapear tiene una fracción del riesgo de fumar, es al menos un 95 por ciento menos dañino y conlleva un riesgo mínimo para terceros", dijo John Newton, profesor y director de mejoras para la salud en PHE.
"Sería trágico si miles de fumadores que podrían abandonar con ayuda de un cigarrillo electrónico son desalentados por falsos temores sobre su seguridad", agregó.
El informe de PHE llega semanas después de una publicación de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos que también señaló que los cigarrillos electrónicos serían mucho menos perjudiciales que los convencionales de tabaco.
Cualquier fumador que tenga problemas para dejar la adicción debería intentar cambiar al cigarrillo electrónico y recibir ayuda profesional, indicaron los expertos de PHE. Además, instaron al Servicio Nacional de Salud británico que asegure la disponibilidad de los dispositivos en farmacias, junto con otros productos de reemplazo de la nicotina como los chicles y las tabletas.