La radiación emitida por los objetos más calientes del universo -los rayos gamma asociados a fenómenos como los agujeros negros, el Big Bang y las supernovas-, podrá ahora, ser investigada con un nivel de detalle nunca antes visto, gracias a la instalación en nuestro país, del grupo más grande de telescopios con estas características, construido hasta ahora en el mundo.
El convenio firmado hoy, entre Conicyt y el Observatorio Cherenkov Telescope Array (CTAO, por sus siglas en inglés), permitirá iniciar la construcción de 99 telescopios en el Observatorio Paranal de ESO (Observatorio Europeo Austral), en el Desierto de Atacama. Éstos, serán complementados con otros 19, que estarán instalados en el hemisferio norte, lo que permitirá tener acceso a todo el cielo. ESO operará y aportará su experiencia en operaciones científicas de observatorios de vanguardia, desarrollando y ejecutando el plan de operaciones de CTA-Sur.
Las condiciones de este acuerdo, incluyen la reserva del 10% del tiempo de observación para investigaciones de científicos chilenos, que estarán sujetas al procedimiento general de clasificación del Comité de Asignación de Tiempo de CTAO.
"La instalación de este nuevo observatorio traerá a Chile el estudio de los fenómenos más violentos del Universo", explicó el Director Ejecutivo de Coniciyt, Christian Nicolai. "De esta manera, Chile albergará la mayor concentración de tecnología para la observación de fenómenos desde la Tierra. Así, tanto Chile como su espectacular cielo, laboratorio astronómico natural por excelencia, se reafirman como líderes mundiales en astronomía", señaló.
99 telescopios
Ferrini explicó que los actuales sistemas de telescopios de rayos gamma están configurados por unos pocos instrumentos individuales, pero CTA – con su área de colección más grande y cobertura de cielo más amplia - conformará el grupo de telescopios de rayos gamma más numeroso; detectará la radiación producida por los rayos gamma, con una precisión sin precedentes; y será 10 veces más sensible que los telescopios existentes.
Aunque la atmósfera de la Tierra evita que los rayos gamma lleguen a la superficie, los espejos y las cámaras de alta velocidad de CTA capturarán los rápidos destellos azulados de la radiación Cherenkov (radiación de tipo electromagnético que recibe su nombre del físico ruso Pável Cherenkov), que se produce cuando éstos interactúan con la atmósfera. La detección de esta luz permitirá rastrear la fuente cósmica, que origina el rayo gamma.
El alcance científico de CTA es extremadamente amplio: desde la comprensión del papel que juegan de las partículas cósmicas relativistas, hasta la búsqueda de la elusiva materia oscura. CTA explorará el Universo extremo, indagando diferentes entornos desde la vecindad de agujeros negros, hasta el vacío cósmico a las escalas más grandes. Esto podría incluso, llevar a una física completamente nueva, a medida que se estudia la naturaleza de la materia y las fuerzas más allá del Modelo Estándar.
Más de 1.400 científicos e ingenieros de 31 países participan en el desarrollo científico y técnico de CTA. El observatorio comenzará a ser construido en 2020 y sus primeras luces se esperan para 2022, en tanto que se espera esté plenamente operativo para 2025.