Con sus 14 metros de ancho y casi 5 toneladas de peso, la impresora Vulcan está cambiando por completo la manera en que se construyen casas.
El sistema robótico está a punto de terminar las últimas 100 viviendas impresas en 3D en Wolf Ranch, una comunidad situada en Georgetown, estado de Texas. Se trata del barrio más grande de ese tipo que se ha construido en el mundo.
El proyecto fue realizado en el marco de una colaboración entre la compañía constructora ICON, pionera en la impresión 3D a gran escala, la empresa de construcción de casas Lennar y Bjarke Ingels Group (BIG), un prestigioso estudio de arquitectura fundado en Dinamarca.
Por qué se construyó un barrio impreso en 3D
Fue en octubre de 2021 que ICON, Lennar y Bjarke Ingles Group anunciaron por primera vez que planeaban levantar la comunidad de casas impresas 3D más grande del planeta, combinando en un mismo lugar la robótica, el software y materiales avanzados.
La idea surgió, según argumentaron las compañías, ante la escasez de mano de obra y materiales que han provocado que la posibilidad de acceder a una vivienda sea algo cada vez más difícil para las familias estadounidenses.
Jason Ballard, cofundador y director ejecutivo de ICON, señaló en ese entonces que esta iniciativa en Wolf Ranch marcaría “un momento decisivo en la historia del desarrollo a escala comunitaria”.
Lo anterior se debe a que la impresión en 3D tiene más beneficios en comparación a los métodos tradicionales de construcción. “No solo permite ofrecer viviendas de mayor calidad de forma más rápida y económica, sino que las flotas de impresoras pueden cambiar la forma en que se construyen comunidades enteras para mejor”, explicó el CEO de la empresa constructora.
“Estados Unidos enfrenta un déficit de aproximadamente 5 millones de viviendas nuevas, por lo que existe una profunda necesidad de aumentar rápidamente la oferta sin comprometer la calidad, la belleza o la sostenibilidad, y esa es exactamente la fortaleza de nuestra tecnología”, complementó.
En tanto, Martin Voelke, socio de Bjarke Ingels Group, argumentó que esta iniciativa representaba un gran paso “hacia la reducción de desechos en el proceso de construcción, así como hacia hacer que nuestros hogares sean más resistentes, sostenibles y energéticamente autosuficientes”.
Cómo es el barrio de casas impreso en 3D
En noviembre de 2022 partió oficialmente el proceso de construcción de las viviendas, llamadas “Genesis Collection” por sus promotores.
Cada una de ellas fue elaborada, desde cero, con la ayuda de cinco impresoras 3D Vulcan en un lapso aproximado de tres semanas.
Para ello se usa una mezcla de hormigón, agua, arena y otros materiales -denominada Lavacrete- que son bombeados a la máquina. Luego, a través de una boquilla, puede exprimir la mezcla del hormigón y construye capa por capa un diseño preprogramado, dando como resultado paredes con efecto pana.
Cuando terminaron ese proceso de construcción de las paredes, el paso siguiente fue instalar de manera tradicional las puertas, ventanas, mobiliarios, techo y otros acabados.
En Wolf Ranch las casas son de una planta y tienen ocho modelos disponibles, de 140 a 195 m2. Todas cuentan con tres a cuatro habitaciones, dos a tres baños, living comedor, cocina, garaje y patio trasero.
Según indica ICON en su sitio web, los techos de metal “son duraderos, energéticamente eficientes, resistentes al fuego y duran más que los techos tradicionales” y están equipados con paneles solares fotovoltaicos. Mientras tanto, las paredes son resistentes al agua, moho, termitas, fuego y condiciones climáticas que puedan ser complejas.
Con respecto a su diseño, este se caracteriza por ser minimalista y moderno. Tanto en el exterior como el interior de las casas, en sus distintos modelos, predominan los colores blanco y gris.
¿Y cuánto cuesta vivir en esa zona? Cada vivienda tiene un valor de 450.000 a 600.000 dólares, dependiendo del modelo que se elija. De acuerdo a las compañías involucradas en el proyecto, se ha vendido una cuarta parte de los 100 ejemplares que incluye el proyecto inmobiliario.
Hasta el momento se ha identificado que las viviendas también presentan un pequeño problema. Y es que, según relatos de personas que ya han comenzado a vivir en el vecindario, aunque las paredes gruesas han sido beneficiosas para protegerse de las altas temperaturas, también obstaculizan acceder a la señal de Wi-Fi.
Aunque Wolf Ranch es el proyecto de casas más grande que ha tenido ICON, no es la primera ocasión en que han usado su sistema robótico para imprimir ese tipo de edificios en 3D.
Desde que fue fundada en 2017, la compañía se ha especializado en usar ese método para construir hogares en su natal Texas y también en México.
“La impresión 3D no es ciencia ficción. Hemos cruzado el umbral de la ciencia ficción a la realidad”, comentó a CNN el fundador de la empresa, Jason Ballard. “En el futuro, nuestra apuesta es que esta será la mejor esperanza de la humanidad para una solución de vivienda que esté a la altura de nuestros valores e ideales más elevados”.
Sin embargo, ICON no solo planea usar su método para proyectos en la Tierra. En 2022, la empresa inició una colaboración con la NASA con el propósito de crear tecnologías de construcción que ayuden a construir plataformas de aterrizaje, hábitats, carreteras y otras estructuras en la superficie de la Luna, en el marco de su programa Artemis.
“Para explorar otros mundos, necesitamos tecnologías innovadoras adaptadas a esos entornos y a nuestras necesidades de exploración. Impulsar este desarrollo con nuestros socios comerciales creará las capacidades que necesitamos para misiones futuras”, detalló Niki Werkheiser, directora de desarrollo tecnológico de la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial (STMD, por sus siglas en inglés) de la NASA.