Alerta y preocupación. Eso fue lo que sintieron los vecinos del sector La Herradura Oriente, en Coquimbo, la tarde del pasado domingo.
¿El motivo? Un helicóptero que sobrevolaba la zona a baja altura y que desprendía una especie de humo desde su interior, lo que generó inquietud entre sus habitantes, según consignó el Diario El Día.
De hecho, en redes sociales se puede apreciar un video de una persona que grabó el momento y mostró su preocupación: “Éste se va a caer, ¿o no?, ¿está tirando humo?”, se le escucha decir.
Pero todo no era más que parte de una popular actividad que durante el último tiempo ha generado adeptos en las redes sociales. Se trata de la “Gender Party”, que es una fiesta en la cual se da a conocer el sexo del bebé que está por nacer.
Según el citado medio, la maniobra del helicóptero que sobrevoló la zona residencial, dejó de manifiesto que la guagua que nacería sería mujer.
Pero, ¿es legal hacer este tipo de eventos con un helicóptero sobrevolando una zona residencial? El citado medio consultó con la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) con el fin de averiguar si el vuelo contó con los permisos correspondientes o si se ajustaba a la normativa vigente.
La jefa subrogante del Aeródromo de La Florida, Ivonne Labbe explicó que “cuando se trata de vuelos locales no necesariamente están obligados a informar de la actividad que se va a realizar. Se asume que cada piloto tiene los permisos y conoce el reglamento de aire y a qué alturas puede sobrevolar”.
Fuentes ligadas a la DGAC explicaron que si la empresa a cargo de este tipo de servicios está reconocida, debe generar un plan de vuelo que se entrega al Servicio de Información Aeronáutica (ARO), que es el organismo que traspasa la información a la torre de control del respectivo aeropuerto.
En ese sentido se detalló que si se detecta a un helicóptero u otro tipo de aeronave y no se informó previamente del viaje, desde la torre de control se comunican con el piloto.
Al respecto, el dueño del helicóptero involucrado en el evento, Pedro Godoy, gerente general de Aerocopter, aseguró que “anteriormente nos habían solicitado esta posibilidad, pero no se había concretado. Pero ahora, estos amigos se consiguieron el polvo de color necesario, y justo en ese sector se estaba desarrollando una fiesta, donde se conocería el sexo del futuro bebé. Fue una sorpresa que la familia preparó para ambos papás y resultó muy entretenida”.
Respecto a la inquietud que generó el vuelo en el sector, Godoy detalló que “es evidente que el helicóptero es un poco ruidoso y a contraluz pudo parecer que se trataba de humo, pero era un elemento completamente artificial. Estábamos a 50 metros, que era una altura aceptable”.
Asimismo sostuvo que “contamos con un permiso de la Dirección General de Aeronáutica Civil y que nos permite funcionar como operador aéreo sin inconvenientes”.