El pasado domingo fue la esperada ceremonia inaugural de la Copa del Mundo de Qatar 2022, la que recibió a los asistentes con un sobrio espectáculo en el estadio Al Bayt y donde el actor Morgan Freeman se robó las miradas con una sorpresiva aparición.

La estrella estuvo a cargo de la narración del segmento llamado The Calling y dedicó unas emotivas palabras a los asistentes y espectadores.

El fútbol une a personas y naciones. Hay un hilo común de esperanza, júbilo y respeto. El fútbol expande el mundo, une a las naciones en su amor por este precioso juego. Lo que hace a las naciones estar juntos, hace estar juntas a las comunidades”, fue parte de su discurso.

Con todo, la aparición de Morgan Freeman no solo llamó la atención por su participación en la ceremonia que dio el puntapié inicial al Mundial de Fútbol de 2022, dado que también fue comentado que estaba utilizando un guante cubriendo una de sus manos.

El actor usó un guante para cubrir su mano izquierda.

La razón médica por la que Morgan Freeman usa un guante

Morgan Freeman tuvo un grave accidente automovilístico hace más de una década, el que no solo lo dejó con una secuela en su mano izquierda, sino también gatilló su diagnóstico de fibromialgia.

El hecho tuvo lugar en 2008, cuando la estrella de cine conducía cerca de su casa, ubicada en Charlston, Mississippi, Estados Unidos. Tanto el actor como su acompañante tuvieron que ser asistidos para salir del vehículo, luego que este volcara y diera varias vueltas. Tras ser liberado, fue trasladado en estado de gravedad hacia un servicio de salud.

En 2012, el intérprete concedió una entrevista a Esquire, a cargo de Tom Chiarella, quien lo visitó en su hogar y describió parte de su estado físico. El redactor destacó que Morgan Freeman solía tomar su hombro y estremecerse. Expuso que en ese entonces, “le duele cuando camina, cuando se sienta quieto, cuando se levanta de su sofá (...) Parece una especie de agonía, aunque nunca lo menciona”.

El actor se sometió a una cirugía para reparar el daño que sufrió en los nervios, pero quedó con secuelas en su mano izquierda, por lo que suele llevar un guante de compresión, el que utiliza para evitar que se acumule la sangre en dicho lugar.

“Arriba y abajo del brazo. Ahí es donde se pone tan mal. Insoportable”, confesó el actor sobre su dolor en dicha entrevista.

Un diagnóstico que le cambió la vida, donde tuvo que dejar de lado varias actividades, como cabalgar o pilotear jets, donde este último pasatiempo lo acompañaba desde los 65 años (actualmente tiene 85).

Incluso, luego del accidente, se dirigió al Caribe para refugiarse. “Fue la mejor manera para mí de encontrar tranquilidad, cómo encontré tiempo para leer”, contó, aunque a partir de ese momento no pudo confiar más en su brazo para volar.

Juego al golf. Todavía trabajo. Y puedo ser bastante feliz simplemente caminando por la tierra”, comentó. Consultado por cómo practicaba dicho deporte, el actor contó “yo juego con una sola mano. Me balanceo con mi brazo derecho”.

¿Qué es la fibromialgia?

Según se explica en el sitio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la fibromialgia es una afección crónica que causa dolor en todo el cuerpo, además que las personas con este diagnóstico pueden ser más sensibles al mismo.

Se desconoce la causa exacta que la provoca, aunque algunas situaciones podrían contribuir a su aparición, tales como:

  • Eventos traumáticos como un accidente de tránsito.
  • Lesiones frecuentes.
  • Enfermedades como infecciones virales.
  • En ocasiones se puede desarrollar por sí sola.
  • Pueden influir factores genéticos.

En el sitio también se explica que cualquier persona puede tener fibromialgia, pero es más común en las mujeres, quienes tienen el doble de probabilidades de desarrollarla.

Además, el riesgo también se ve aumentado en personas de edad mediana, quienes tengan un familiar con esta condición, o quien sufra otras enfermedades como lupus, artritis reumatoide y espondilitis anquilosante.

En tanto, entre los síntomas más comunes se encuentran los siguientes:

  • Dolor y rigidez en el cuerpo.
  • Fatiga y cansancio.
  • Complicaciones con el pensamiento, memoria o concentración, las llamadas “lagunas mentales”.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Dolores de cabeza.
  • Síndrome de intestino irritable.
  • Adormecimiento en manos y pies.
  • Dolor en el rostro, incluyendo el trastorno de la articulación temporomandibular.
  • Problemas para dormir.