Una tumba de unos mil años de antigüedad, con un poco frecuente sistema de bolas de piedra rodantes para defender el lugar de saqueadores, ha sido hallada por un equipo de arqueólogos en la provincia nororiental china de Liaoning, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
La tumba "antiladrones" se descubrió en el yacimiento de la localidad de Xinli, donde las excavaciones comenzaron en junio de 201 y, según los expertos, podría pertenecer a un aristócrata de la dinastía Liao (916-1125), anterior a la invasión mongol de China.
Las bolas de piedra también forman parte de un sistema de alcantarillado interior para evitar que la tumba se inundara, pero a la vez prevendrían la llegada de ladrones, señaló uno de los investigadores, Si Weiwei, del departamento de reliquias culturales provincial.
Los arqueólogos destacaron el hallazgo en la tumba de una pintura al fresco que había sido repintada en tres ocasiones, y en el que se pueden identificar en la tercera capa vehículos, caballos, camellos y figuras humanas.
Estos expertos especulan que el primer fresco se pintó antes de la muerte del aristócrata, el segundo tras su funeral y el tercero, único en el que se pueden identificar los motivos dibujados, después del fallecimiento de su esposa, también enterrada en el lugar, que podría ser un panteón familiar.