Los tradicionales kioskos, antiguamente verdes, están en varios puntos de Santiago y son idóneos para comprar el diario o alguna golosina sin detenerse por demasiado tiempo. Sin embargo, con el paso de los años muchos de ellos han dejado de ser utilizados por sus dueños, por lo que quedan en un estado de completo descuido.

Parece haber una pronta solución ante ese problema. Esta semana, la Municipalidad de Santiago dio inicio al proceso de retirar los kioskos abandonados de la comuna, dado que las estructuras no solo se han convertido en una “chatarra” del espacio público, sino que también son lugares propicios para la delincuencia.

Según detalla el municipio en su sitio web, la decisión inició debido a una demanda de los vecinos de Santiago, pues son quienes están más expuestos a los peligros que han traído estos puestos sin utilizar.

Kioskos en desuso y los riesgos para los vecinos

Son más de 100 los kioskos que permanecen en estado de abandono en la actualidad, según consigna LUN. De ellos, 58 no pueden ser reasignados por las pésimas condiciones en que se encuentran y serán retirados de su ubicación por los equipos de la municipalidad.

El lunes ya se sacaron dos: uno que estaba emplazado en Matta con Portugal y otro en Amunátegui, llegando a Balmaceda, cerca del Parque los Reyes. Un tercero, situado en Matta con San Diego, quedó pendiente de ser extraído por completo.

Ana Ampuero, vecina que reside cerca del kiosko de Matta con Portugal, aseguró que está de acuerdo con esta estrategia e incluso ayudó en las gestiones para que se hiciera el retiro.

“En la noche sirve solo para tragedias porque pasa gente que se esconde detrás, asaltan a los transeúntes y les roban sus celulares. También hay gente que pone droga en el techo y luego viene otro a sacarla”, dijo la mujer, rescató LUN.

Ampuero añadió que la estructura era “un foco de delincuencia” y que deshacerse de ella significa que en el barrio se podrá sentir mayor tranquilidad. En el caso de ese kiosko, se sabía que estuvo más de seis décadas abierto al público y que su última dueña había sido una mujer de ascendencia alemana, quien optó por dejar el negocio tras la llegada del Covid-19 al país.

¿Qué hay dentro de los kioskos abandonados?

También en la calle Matta, pero en la intersección con San Diego, había otro kiosko que era un verdadero dolor de cabeza para los vecinos. A diferencia del anterior, los locatarios del sector ni siquiera recuerdan que haya estado abierto en algún momento y se desconoce a quién pertenecía.

Pese a que no pudo ser extraído por completo esta semana, sí se pudo avanzar en el proceso. Cuando la máquina comenzó a mover la estructura, lo que había en su interior fue un indicio de cuánto tiempo llevaba en el olvido: desde una reja colgaban golosinas y otros productos que habían vencido hace 8 años. Específicamente, entre ellos había un paquete de galletas Niza que caducó en 2015 y unas mentitas expiradas en 2016.

Aún quedan varias de estas casetas abandonadas por remover, ya que el catastro indica que son más de 50 las que están en desuso y que no pueden volver a ser asignadas. Cabe destacar que estos no pertenecen a las personas que figuran como responsables de ellos, ya que son entregados por la autoridad municipal a través de permisos.