Un ataque israelí en el sur de Líbano acabó con la vida de un alto mando de la fuerza de élite Radwan de Hezbolá, según informaron a Reuters tres fuentes de seguridad.
Las fuentes lo identificaron como Wissam al-Tawil, jefe adjunto de una unidad de la fuerza Radwan.
Dijeron que él y otro combatiente de Hezbolá murieron cuando su auto fue alcanzado en un ataque contra el pueblo libanés de Majdal Selm.
“Se trata de un ataque muy doloroso”, declaró una de las fuentes. Otra dijo que “ahora las cosas se recrudecerán”.
Los bombardeos israelíes han matado a más de 130 combatientes de Hezbolá en el sur del Líbano desde que comenzaron los bombardeos transfronterizos tras el ataque de Hamás contra territorio israelí el 7 de octubre. Otros 19 han muerto en Siria.
El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrala, advirtió a Israel en dos discursos televisados la semana pasada que no inicie una guerra a gran escala contra Líbano.
“Quien piense en una guerra contra nosotros, en una palabra, se arrepentirá”, afirmó.
La advertencia de Israel
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha advertido que el Ejército israelí puede “copiar y pegar” en la capital de Líbano, Beirut, la destrucción causada por la ofensiva contra la Franja de Gaza, en medio del repunte de las tensiones con Hezbolá.
“Ven lo que está pasando en Gaza. Saben que podemos copiarlo y pegarlo en Beirut”, ha advertido Gallant en declaraciones al diario estadounidense The Wall Street Journal, entre los temores sobre una propagación del conflicto tras la muerte la semana pasada del ‘número dos’ del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Salé al Aruri, en un ataque achacado a Israel en Beirut.
Así, ha manifestado que una guerra con Hezbolá no figura entre las prioridades de Israel, si bien ha reseñado que “80.000 personas tienen que poder volver con seguridad a sus hogares”, en referencia a los desplazados por los enfrentamientos en la frontera.
“Estamos dispuestos a sacrificarnos (en un conflicto)”, ha reiterado.
Gallant ha incidido además en que Israel “combate contra un eje, no contra un único enemigo” y ha argumentado que “Irán está creando un poder militar en torno a Israel para usarlo”, en referencia a los grupos aliados de Teherán -entre ellos Hezbolá- en Líbano, Siria, Irak y los Territorios Palestinos Ocupados.
Por otra parte, ha señalado que Hamás “no se tomaron en serio” la ofensiva militar israelí contra Gaza y ha hecho hincapié en que la comunidad internacional tiene que entender la escala de los ataques ejecutados el 7 de octubre por el grupo islamista palestino.
“Fue el día más sangriento para los judíos desde 1945. Es algo diferente”, ha manifestado. “¿Debe permitirse a Hamás, Hezbolá e Irán que decidan cómo vivimos nuestras vidas en Israel? Es algo que no aceptamos”, ha argüido, según ha recogido el diario israelí The Jerusalem Post.
Por último, el ministro de Defensa israelí ha adelantado un cambio en la ofensiva en Gaza de “una fase de maniobras intensas” a “diferentes tipos de operaciones especiales”, si bien ha adelantado que esta nueva fase llevará mucho tiempo y no terminará hasta que se haya logrado “destruir” a Hamás.
Miles de muertes
El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra el enclave palestino tras los citados ataques, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados.
Las autoridades gazatíes, por su parte, han denunciado cerca de 22.800 palestinos muertos a causa de los ataques, a los que se suman más de 315 muertos en operaciones de las fuerzas de seguridad y ataques por parte de colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.