• Leo

En desorden. Periodismo, ensayo, poesía, novela. Ahora estoy en El salto de papá, de Martín Sivak, que mezcla todo lo anterior.

  • Veo

Pocas series, pero Black Mirror desde un comienzo. La última temporada me pareció brillante y me pongo en el bando contrario de todos sus críticos indignados.

  • Escucho

Para escribir. Hace unos años recorrí la India escuchando todo el día el mismo disco: el Álbum Blanco de The Beatles. Ahora estoy escribiendo el libro de ese viaje, y cuando me siento frente al computador vuelvo a escucharlo una y otra vez. Me gusta explorar la memoria auditiva como forma de reporteo. Llega a lugares que ni las fotos, ni la grabadora, ni la libreta de apuntes alcanzan.

  • Bailo

Cuando mi polola me lo pide.

  • Como

Me siento parte de la corriente Reducetarian, quienes tendemos a comer cada vez menos carne. Es un tema que me interesa de siempre. El 2008 publiqué La vida de una vaca, ahí compré mi propia ternera para mostrar cómo depredamos animales para alimentarnos. Para mí, matar animales es malísimo, pero algunas veces comerlos es riquísimo. Vivo esa contradicción como una debilidad.

  • Sueño

Un mundo sin horarios de oficina. Y creo que se puede lograr. Es parte de lo que diseñé en Silicon Valley y que me tiene de vuelta aquí.

  • Creo

Soy fundador y principal creyente de la PortableReligion, una religión que fundé el año pasado en Times Square, en Nueva York. Muchas religiones han nacido de un libro. Esta, en cambio, va a terminar en un libro. Uno que estoy escribiendo ahora.

  • Viajo

Para escribir historias desde hace 21 años. Antes de eso, viajé muy poco, casi nada. Creo que soy un viajero profesional, y eso me ha llevado a vivir 12 años entre Buenos Aires, Barcelona, California y Nueva York. Tengo bolsas llenas con tarjetas magnéticas de distintas habitaciones de hotel.

  • Practico

La vida portátil. En enero volví a Chile, después de pasar un año en Stanford, California, y siete meses en Manhattan, investigando en NYU. Viviré aquí al menos nueve meses. Volví para desarrollar un proyecto portátil en StartUp Chile, y me moveré entre Santiago y Valparaíso.

  • Odio

Odiar es algo que me queda grande, apenas detesto.

  • Compro

A los protagonistas de mis libros. Me interesa mucho la compra y venta como estrategia narrativa, en tiempos del lector-cliente. Me compré un ser animal para La vida de una vaca, fui a comprar un ser humano (una joven promesa del gol) para Niños futbolistas, y viajé a la India para comprarme un dios y hacer mi propia religión. Con este libro termina la trilogía Periodismo Cash.

  • Sigo

A 185 personas en Instagram y 293 en Twitter.

  • Uso

Herramientas gratuitas de Internet para mis proyectos. Con esa filosofía uno descarta de entrada la excusa de siempre: la plata.