La responsabilidad de tener un bebé sano no recae solo en la dieta de las madres. Así lo explicó un nuevo estudio, publicado en la revista Nature, que analizó a más de 3.000 familias y encontró que la alimentación del padre también está relacionada con la salud de un futuro bebé.
En específico, el peso corporal de los padres y la dieta que llevan durante el momento de la concepción podría aumentar el riesgo de que el bebé engendrado tenga enfermedades como la obesidad y diabetes cuando sea un niño.
Este es el tipo de dieta de los padres que podría dañar a los bebés, según la investigación.
Cómo un padre puede afectar la salud de un bebé concebido con su dieta
En primera instancia, los investigadores del Centro Helmholtz Munich experimentaron en ratones machos: a un grupo de ellos les dieron una dieta alta en grasa y, al otro, baja en grasa.
Los resultados mostraron que los que habían consumido altos niveles de grasa tan solo durante dos semanas produjeron crías con un mayor riesgo de enfermedades metabólicas, como menor tolerancia al azúcar y resistencia a la insulina.
Sin embargo, se trata de una situación reversible: los ratones que volvieron a dietas normales y saludables durante cuatro semanas engendraron crías sin problemas de salud.
Con esta información, el estudio comparó los hallazgos con los datos de humanos y encontró que un patrón similar ocurría con padres y bebés: los hombres que consumían dietas altas en grasas, tenían mayor probabilidad de tener un niño o niña con obesidad infantil e intolerancia al azúcar.
Este estudio demuestra que el ARN mitocondrial paterno también tiene la capacidad de afectar la salud de sus descendientes e influir genéticamente en ellos. Es decir, los espermatozoides transportan fragmentos de ARN que impactan en la salud infantil del bebé que se está por concebir.
De esta manera, los resultados de la investigación cambian por completo la comprensión que tenía sobre la herencia genética y el impacto que tiene la salud del padre en el bienestar de los bebés que pueda llegar a engendrar. Es decir, se provee una visión preventiva y más equilibrada en la salud y responsabilidad reproductiva tanto de las madres como de los padres que quieran formar una familia.