El conflicto entre Israel y el grupo radical palestino Hamas no da tregua. Fue el pasado 7 de octubre que la organización impulsó un ataque sin precedentes hacia territorio israelí, el que hasta ahora ha dejado alrededor de 1.300 víctimas fatales y más de 3 mil heridos.
Poco después de ese sofisticado ataque vino la ofensiva del Ejército israelí en la Franja de Gaza, donde también se han estado efectuando bombardeos. Las acciones militares han dejado a 1.500 palestinos fallecidos y 6.000 heridos.
Apenas comenzó a intensificarse la crisis el pasado fin de semana, fueron cientos de personas las que, en medio del terror y el miedo, tuvieron que buscar rápidamente un espacio de sus hogares donde fuera seguro protegerse de los bombardeos que acechaban a Israel.
Eso fue lo que vivió la ciudadana argentina Viviana Roitman, quien hace más de cuatro décadas reside en el kibutz Nir Izhak.
La argentina relató a Infobae que cuando inició la agresión de Hamas en Israel ella estaba en su vivienda junto a su esposo. Fue en ese momento que tuvo que ocultarse durante 12 horas en una pieza de seguridad.
Cabe recordar que en Israel existe un protocolo de alarmas que permite advertir a los ciudadanos que tienen pocos segundos para mantenerse a salvo por las bombas. Además, la mayoría de las viviendas poseen habitaciones reforzadas con puertas blindadas y paredes reforzadas con hormigón.
El relato de una argentina que sobrevivió al ataque de Hamas
Según explicó Roitman al citado medio, a eso de las 6 de la mañana del sábado 7 de octubre comenzó a sonar la conocida alarma que indica que deben ponerse en un sitio seguro. En su caso, esa zona segura consiste en un pequeño cuarto cuyas paredes están reforzadas. Si bien lo común es que tengan que quedarse allí por unos minutos, ese día estaba lejos de ser igual que otros.
“No salgan, aunque no escuchen nada y haya silencio, no salgan; entraron terroristas y es muy peligroso”, fue el mensaje que le llegó por WhatsApp a la argentina.
Así, se quedó con su esposo en el cuarto de seguridad durante horas. Hasta que poco después de las 10 de la mañana comenzaron a oír sonidos fuertes. Esa fue la señal de que habían entrado a su hogar.
“Nosotros estábamos muertos de miedo, pero no pudieron entrar a la habitación”, contó Roitman. Aunque el pánico la invadió, decidió alertar a sus vecinos para que supieran lo que estaba ocurriendo.
En las horas siguientes Roitman, junto a su esposo, pensaron que no saldrían vivos. Los sujetos intentaron al menos tres veces derribar la puerta de seguridad, y en una ocasión, casi lo lograron. “Forcejearon más la manija, estaban intentando entrar con todas sus fuerzas, y yo salté para sostener la manija con la mano lo más fuerte que pude, temiendo que metieran un arma por el agujerito de la puerta”, dijo.
A lo anterior se suma que los individuos destruyeron y robaron varias pertenencias que habían en el inmueble.
La argentina recuerda que durante todas esas horas estaba “petrificada” y que sintió como si estuviera experimentando “una pesadilla” de la que hasta hoy no ha logrado despertar.
Si bien logró mantenerse a salvo gracias a que estuvo oculta, su amiga y vecina Clara Merman no corrió la misma suerte: junto a su familia son parte de la lista de los argentinos secuestrados por Hamas.
Los miembros del Ejército israelí que llegaron en su rescate enviaron a la mayoría de las personas a hoteles, relató Roitman, que es donde ha estado refugiándose durante los últimos días.
En su visión, la argentina cree que este conflicto está lejos de terminar pronto. “No hay palabras para describir lo que está pasando, es más que una masacre”, expresó.