Se dice que la belleza es subjetiva, y probablemente sí lo sea, no obstante, la psicología ha determinado que existen ciertos patrones de belleza que impactan y agradan a la mayoría de las personas, aquello que consideramos “atractivo estéticamente”.
Según Irene Reppa, académica de psicología de la Universidad de Swansea, en Reino Unido, “puede parecer sorprendente, pero la belleza es más importante para nosotros de lo que solemos creer”.
La experta, en un artículo de The Conversation, quiso explicar cómo la belleza puede influir en el estado de ánimo de las personas y encontró que “lo mucho que nos guste algo y lo hermoso que nos parezca puede tener un efecto convincente en nuestra experiencia y comportamiento”.
¿Qué provoca en nosotros ver algo bello? Esta fue la explicación de la experta.
Cómo la belleza puede influir en las personas según una psicóloga
Ya sea una persona, un animal, un cuadro o una escultura, si percibimos que es algo bello, los humanos tendemos a darle etiquetas positivas. Por ejemplo, si una persona nos parece bonita, es probable que sintamos que es alguien inocente y buena.
Reppa explicó que, aunque la belleza sí puede tener cierta subjetividad, “hay algunas propiedades bien establecidas que importan”: la proporción, simetría y curvatura de lo que estamos mirando, pero también la relación que tengamos con ello (como la cercanía o familiaridad).
Todo ello hará que percibamos algo como bello y hermoso.
La experta ejemplificó con la arquitectura clásica, que utiliza proporciones atractivas —como la proporción áurea—, y que las personas en general encuentran como algo hermoso y satisfactorio, que podrían mirar por varias horas de corrido.
En esta línea, la psicóloga cree que el humano, de por sí, tiene una inclinación a la belleza, lo que hace que no solo nos preocupemos por “un enfoque utilitario” o “abrazar lo funcional por encima de todo”: “La estética importa y se refleja en nuestro comportamiento y desempeño”.
Es decir, no solo necesitamos que un objeto funcione bien, sino que resulte atractivos para nosotros.
“Nos rodeamos de costas que nos gustan, objetos que son atractivos a la vista. Nos rodeamos de cosas bonitas en casa (...) Tendemos a pensar que las cosas bonitas funcionarán mejor y serán más fáciles de aprender y utilizar”.
Pero la experta fue un paso más allá. Hizo un experimento donde encontró que las cosas hermosas también influyen en el estado de ánimo de las personas. Esto fue lo que encontró.
Cómo la belleza estética puede “vencer” a la tristeza
Si eres una persona detallista, probablemente te diste cuenta que al entrar a una tienda, los vendedores se preocupan de que el lugar huela bien, que visualmente sea atractivo, que los productos estén ordenados y que, incluso, su empaque sea bonito y fácil de entender.
Es porque saben que la belleza estética sí influye en el comportamiento de compra de las personas.
Para explicar lo anterior, la psicóloga Irene Reppa hizo un experimento/estudio donde los participantes debían escuchar canciones alegres y tristes, mientras leían una lista de afirmaciones. La idea era posicionarlos en un estado de ánimo positivo, y después en uno negativo.
Acto seguido, debían hacer una tarea para encontrar íconos atractivos estéticamente.
En los resultados, la psicóloga y su equipo vieron que la tendencia de las personas era elegir los íconos atractivos, pese a que se encontraban en un estado de ánimo triste. Es decir, la belleza pudo “vencer” a la tristeza.
Eso sí, las personas con un estado de ánimo positivo pudieron encontrar las imágenes atractivas con mayor facilidad, no obstante, las personas tristes también pudieron hallarlas, solo que tardaron un poco más de tiempo.
“Concluimos que los estímulos atractivos deben ser inherentemente gratificantes y que el atractivo estético debe ayudar a superar los efectos perjudiciales del estado de ánimo negativo sobre el rendimiento. Es decir, el atractivo puede vencer a la tristeza”, escribió la experta en The Conversation.
Reppa también concluyó que “estar de buen humor nos hace más propensos a interactuar con cosas bellas” y que, incluso cuando estemos tristes o enojados, la belleza de los objetos o las personas puede captar nuestra atención e influir en nuestro comportamiento para mejorarlo, “siempre que permanezcamos expuestos a ellos durante suficiente tiempo”.
De hecho, actualmente existen algunas pruebas que, para ayudar a tratar la depresión, permiten dosis pequeñas de psicodélicos, como los hongos alucinógenos, en un entorno controlado, como hospitales y clínicas.
“Estas drogas suelen producir experiencias intensas de bellezas en términos de colores y formas, y nos ayudan a sentirnos más en armonía con nuestro entorno”, dijo la académica, explicando por qué podrían ser un buen aliado en el tratamiento de la depresión, entre otros trastornos.
En esta línea, Reppa reflexionó acerca del diseño industrial de la actualidad y aseguró que “los líderes visionarios e innovadores han tenido desde hace mucho tiempo una comprensión intuitiva de la importancia del atractivo estético y la simplicidad en el diseño”.
Por ejemplo, Steve Jobs, fundador de Apple, siempre quiso que los diseños de su marca, ya sean los iPhone, iPads o cualquier producto derivado, fuese lo más simple y estético posible.
“Lamentablemente, parece que muchos diseñadores no siguieron la intuición visionaria de Jobs. Tal vez los datos acumulados los convenzan finalmente de que el diseño tiene un impacto importante en el rendimiento”.
Por esto, la académica finalmente recomendó que, sabiendo lo anterior y lo importante que es la belleza para los humanos, si alguien quiere emprender con un nuevo producto, una aplicación móvil o cualquier cosa que quiera que sea popular y comprada, debe recordar que la estética y la belleza son fundamentales.