Quizás no nos damos cuenta, pero a diario consumimos cosas que contienen cafeína. El café, el té, el mate, las bebidas cola y el chocolate, son solo algunos de los alimentos que contienen en distinta medida esta poderosa sustancia.
Debido al alto consumo que existe de la cafeína en todo el mundo, la ciencia ha buscado investigar cuáles son los impactos que deja este estimulante en los deportistas. Hasta ahora parece haber un poco de división en esto, pero de lo que sí hay un consenso general es que beber una taza de café antes de ejercitarse podría ayudar a mejorar notoriamente la actividad física.
En vista de lo anterior, un artículo de The NY Times consultó a expertos cómo se puede utilizar a favor esta sustancia para aumentar el rendimiento físico, y al mismo tiempo, evidenciar cuáles son los efectos negativos que podría dejar el consumo de cafeína.
La experiencia de una atleta
La ciclista Steph Gandreau decidió dejar por dos años un hábito que tenía en su vida: beber una taza de café al día. No lo hizo porque le hiciera mal, sino que quería probar si eso le ayudaría en sus carreras de ciclismo, explicó a The NY Times.
Recién el día en que tenía una carrera importante, Gandreau volvió a probar el café. Apenas lo bebió, cuenta que una ola de euforia recorrió su cuerpo. Pero eso no fue algo malo, sino que al contrario: se sintió enfocada, que era lo que buscaba.
Al final Steph cuenta que ganó el primer lugar en Kenda Cup, una competencia de ciclismo amateur.
Según la entrenadora e investigadora de la U. de Toronto (Canadá), Nanci Guest, en la actualidad hay un cierto acuerdo en la ciencia de que la cafeína sí puede entregar mejoras en la resistencia física de las personas.
En eso coincide Brad Schoenfeld, académico de ciencias del ejercicio en Lehman College (EE.UU.), quien explica que la cafeína en sus distintas formas puede llegar a aumentar el rendimiento desde 2% a 5%.
Cabe destacar que este estimulante no funciona de la misma manera en todos los tipos de ejercicio. De acuerdo a un estudio, en el caso de las actividades anaeróbicas, es decir, las pesas, entrenamientos de velocidad y con intervalos de alta intensidad, el impacto de la cafeína es moderado.
Mientras que en los ejercicios aeróbicos, tales como trotar, andar en bicicleta y nadar, el efecto que deja la cafeína es mucho mayor.
Pero el consumo de cafeína y la manera en que puede influir en la resistencia física depende de cada persona, dice un estudio publicado en la revista Pharmacological Reviews. El sexo, la edad, las enfermedades, el peso, el tabaquismo y la alimentación, son otros elementos que también intervienen en esto.
“Hay metabolizadores rápidos y metabolizadores lentos de cafeína”, explicó Mike T. Nelson, académico del Instituto Carrick de Neurociencia Clínica (EE.UU.).
Cómo opera la cafeína en el organismo
Una de las funciones de la adenosina, un importante neurotransmisor, es incitar a la somnolencia cuando tenemos que dormir. Y al consumir algún alimento o bebestible con cafeína, ésta inhibe que la adenosina funcione. “Cuando la cafeína bloquea ese receptor, el resultado es un efecto estimulante”, aseguró Nanci Guest.
Desde la ciencia también se ha investigado que la cafeína también podría impactar en otro aspecto del cuerpo: la fuerza que pueden ejecutar los músculos.
“La cafeína mejora la capacidad de los músculos para contraerse a un ritmo mayor y, por lo tanto, es posible que genere una mayor potencia”, comentó Brad Schoenfeld.
Pese a lo anterior, hay que tener en cuenta que los impactos positivos que deja la cafeína en la resistencia física no se aplica para todas las personas: es mucho más provechoso en los atletas o en las personas que buscan mejorar levemente la calidad de su rendimiento físico.
En palabras de Mike T. Nelson, “para el atleta de élite o de alto nivel, significará mucho”.
Los efectos negativos del consumo de cafeína
Aunque puede parecer que la cafeína solo puede entregar mejoras en la resistencia física, la realidad es que también puede dejar ciertos estragos que no necesariamente ayudan al organismo.
Para Mike T. Nelson, esto se ve refleja en que “si su desempeño involucra habilidades motoras finas, anecdóticamente esas personas tienden a hacerlo peor”.
Y en el caso de que se consuma alguna sustancia con cafeína en las tardes o noches, esta acción podría influir negativamente en la calidad del sueño. Al mismo tiempo, en ciertas personas la cafeína puede llegar a causar ansiedad y aumento en la presión arterial.
En caso de sufrir alguno de esos síntomas, Nanci Guest advierte que solo se debe consumir cafeína de 8 a 12 horas antes de dormir.
Por otra parte, la especialista argumentó que abstenerse por largos periodos de la cafeína —tal como lo hizo la ciclista Steph Gaudreau— no es algo tan beneficioso, ya que puede provocar problemas de fatiga, falta de concentración y dolores de cabeza.