Lleno de misterio, ciencia e intriga. Así catalogó la NASA al polo sur de la Luna, un lugar completamente inexplorado, donde ningún humano ha puesto pie en la historia. Con temperaturas de -248ºC, nadie sabe qué es lo que hay en esos cráteres que proyectan sombras oscuras.

Es por esto que la carrera espacial para llegar a esta región comenzó. Rusia llevaba la delantera, pues envió a su sonda robótica, apodada Luna-25, pero fracasó, pues se estrelló contra la superficie lunar.

No obstante, esta semana, se unió un nuevo contrincante: India planea aterrizar a Chandrayaan-3, su propia sonda, cerca del polo sur.

La carrera por llegar a la región más misteriosa e inexplorada de la Luna. Foto: Centre for Operation of Space Ground-Based Infrastructure-Roscosmos State Space Corporation/AP,

Por qué llegar el polo sur de la Luna es un desafío atractivo

El “lado oscuro de la Luna” está en la mira de los países, principalmente por el agua. Según los datos que recopiló la nave espacial Lunar Reconnaissance Orbiter, de la NASA —que orbitó el satélite durante 14 años— en esta región desconocida podría haber hielo, específicamente en uno de los grandes cráteres, por lo que podría ser una fuente de abastecimiento para el humano.

“Aún no se ha demostrado que ese hielo sea accesible o explotable”, aseguró el profesor de geología planetaria de la Universidad de Notre Dame, Clive Neal, a la BBC.

No obstante, prevalece la esperanza de poder encontrar este recurso en la Luna, no solo para el uso humano, sino también para la ciencia, para comprender la historia del agua en el sistema solar y su rol en la evolución de la vida en la Tierra.

La carrera por llegar a la región más misteriosa e inexplorada de la Luna. Foto: IAU

Pero también, encontrar agua en el satélite significa que los astronautas que viajen a la Luna podrán acceder a ella para su consumo y saneamiento, y así poder quedarse más tiempo en ella, como lo están planeando las agencias especiales, como la NASA.

Y es que, en la actualidad, transportar un litro de agua potable a la Luna cuesta alrededor de 1 millón de dólares (869.280.000 pesos chilenos, aproximadamente).

Además, las moléculas de agua se pueden descomponer en átomos de hidrógeno y oxígeno para poder ocuparlas como propulsores de cohetes, por lo que, sin duda, descubrir cuánto hielo hay, en qué forma y si se puede extraer y purificar, es una misión fundamental para seguir explorando este astro y otros cercanos.

De hecho, Rusia y China están planeando construir una estación espacial lunar para investigar la superficie de la Luna. Japón está preparándose para enviar un módulo de aterrizaje inteligente para poner a prueba sus técnicas de aterrizaje lunar y, Artemis, de Estados Unidos, tiene la misión de volver a llevar a su equipo de astronautas a la Luna.