Desde los derechos reproductivos femeninos hasta la lucha contra la violencia armada. Esas son algunas de las convicciones que llevaron a involucrarse en la política estadounidense a Carolyn Salvador Ávila, hija de madre chilena que emigró a Estados Unidos, y estudiante de la Universidad de Nevada, donde en diciembre del año pasado presenció un tiroteo en el que fallecieron tres personas. A causa de esto, mientras se prepara para convertirse en abogada, Carolyn optó por tomar clases online y dedicar más tiempo a su otra vocación: la política.

Tras el tiroteo que marcó a toda su comunidad universitaria, dice que sintió la necesidad de participar e involucrarse en el grupo de jóvenes demócratas de su universidad, donde llegó a ser dirigente y luego fue propuesta como presidenta nacional. Ahí vivió su primera campaña, recolectando votos con universitarios de todo el país, lo que la llevó a ser electa como presidenta nacional de la entidad.

En una meteórica carrera, donde ha viajado varias veces a Washington DC y también ha estado cerca de las figuras más importantes del partido del presidente Joe Biden y de la política norteamericana, hoy trabaja codo a codo por la campaña de Kamala Harris representando a los jóvenes demócratas “para dar una voz a su generación”, dice desde su hogar en Las Vegas, Estados Unidos, con un evidente acento chileno.

En sus redes sociales están registradas las entrevistas que ha dado en medios estadounidenses, como Univisión o CNN y las fotos que se ha tomado con figuras tan relevantes como el actual mandatario Joe Biden, la candidata Kamala Harris, el expresidente Barack Obama o el excandidato Berni Sanders. De todos ellos, quien más le ha marcado, según dice, es el expresidente Obama. “Cuando lo conocí yo todavía era muy nueva en la política, estaba muy nerviosa y le dije que yo quería ser algún día como él. Me dijo que no fuera como él, que fuera como yo, porque sería aún mejor”.

—¿Cómo llegaste a entrar a la política en Estados Unidos?

—En realidad tiene mucho que ver con Chile. Cuando yo tenía 12 años, eligieron a mi mamá como presidenta de la Asociación Chilena del Estado de Nevada. (…) Cuando empezamos a crecer en la asociación, nos dimos cuenta de que, la mejor manera de asegurarnos que la comunidad chilena tuviera representación en el gobierno era conectarnos con los que nos representan. A mí me gusta porque soy joven, mujer y latina. Esa voz es algo que esos representantes necesitan escuchar.

Carolyn cuenta que desde pequeña se dio cuenta de la importancia de la participación política para poder ayudar aún más a la comunidad migrante en EE. UU. “Se necesita más representación de esas comunidades, (…) me ponía enfrente de la prensa o tenía que dar un discurso. Empecé a hablar sobre las cosas que me importaban a mí, como mujer, joven y latina”, explica.

En casi un año de gestión, relata, ya levantaron la Federación Estatal de Jóvenes Demócratas de Nevada. Todo sucedió previo a las elecciones presidenciales de 2024, donde el nombre de Kamala Harris se volvió fundamental para las esperanzas de los demócratas de continuar liderando el país.

La música para ella ha sido otro pilar fundamental que la impulsó a involucrarse más en la política y que le permitió generar conexiones. “Soy violinista, en realidad, en parte eso también me ayudó a meterme en la política, porque me conocían como “una violinista con opinión”. (…) Tengo una conexión buenísima con los representantes dentro de Nevada, gracias a mi involucramiento en la política, pero también por la Asociación Chilena, por el violín. Cuando necesitan conectarse con la comunidad joven, me llaman”.

Carolyn y Kamala Harris.

—¿Cuáles son los intereses de los jóvenes en la política estadounidense?

—Hay una falta de conexión entre la juventud y la política. Honestamente, la política aquí se ha polarizado, hay mucha división, y antes no era así. Es súper frustrante para nuestra generación que no haya acuerdos, no vemos progreso con el tema del cambio climático, por ejemplo.

Su sueño para Estados Unidos involucra mejorar aquellas causas que considera fundamentales. “Me encantaría ver menos tiroteos en las escuelas, los derechos de las mujeres codificados en las legislaciones. Me gustaría ver una economía mejor y más enfoque en el cambio climático. (…) Por el lado político, me encantaría ver más unión. Creo que no estaríamos donde estamos hoy, si no le hubiera tocado a Donald Trump la oportunidad de postular a ser presidente”, sostiene.

—¿Qué mensaje te gustaría dejar a una mujer chilena o a una joven como tú?

—Que se involucren, que aprendan, que siempre sean curiosas de aprender más y que se informen sobre lo que de lo que está pasando dentro del país. Yo soy la primera presidenta mujer, latina, la primera de Nevada, elegida para la presidencia nacional de los College Democrats. Siendo la primera mujer en este cargo me han tocado muchas cosas que probablemente no le habrían tocado un hombre. (…) Ya está abierta esa puerta, entonces ahora solo falta abrir la puerta a otras mujeres.

*Esta nota es parte de la alianza colaborativa LT-UDD, pertenecientes al proyecto Campus. Myriam Ruiz es académica de la Facultad de Comunicaciones y Sofía Runín, estudiante de cuarto año de periodismo.