En libros, juegos e incluso en algunos institutos de educación, la enseñanza Montessori se ha tomado el protagonismo como una forma nueva, distinta y efectiva de enseñar a los niños y niñas, en comparación a la tradicional.
El objetivo de Montessori es que los más pequeños tengan más libertad para aprender, todo dentro de un entorno estructurado donde se estimulan las interacciones sonoras y motoras para promover su desarrollo cognitivo y aprendizaje.
Pero, ¿qué dice la ciencia sobre la eficacia de la enseñanza Montessori? ¿Es realmente tan buena como se cree?
Cómo es la enseñanza Montessori
Las áreas de descubrimiento que cubre Montessori son: la vida práctica, vida sensorial, lenguaje y matemáticas. Los niños trabajan en grupos de varias edades, por ejemplo, de 3 a 6 años y después de 6 a 9.
Por su parte, las aulas y espacios están diseñados para que los niños puedan actuar de forma completamente autónoma. Así, pueden corregirse solos, mientras que los profesores cumplen el rol de observarlos y responder a sus necesidades, apoyarlos en sus iniciativas y, si es necesario, guiarlos por el camino correcto.
Los niños bajo la educación Montessori también aprenden interactuando físicamente con el entorno, por lo que se les estimula sensorialmente, en especial, el tacto y la vista. Por ejemplo, con piezas de madera en forma de letras, los niños pueden descubrir los trazos con las manos y después pronunciar su sonido.
Otro ejemplo es que, en lugar de mirar una pizarra con números y una fórmula, los niños aprenden matemática asociando los números escritos con números físicamente tangibles. Así pueden reforzar su comprensión entre la representación espacial y las matemáticas.
Pero no se trata de una libertad ilimitada. A pesar de que la enseñanza es “menos cuadrada”, sigue siendo regida por normas y los adultos son quienes establecen los límites. Además, los niños no reciben premios ni castigos, por lo que existe una motivación intrínseca por aprender.
Efectos positivos de la enseñanza Montessori en los niños
Según un estudio —que recopiló los resultados de 109 artículos publicados sobre la enseñanza Montessori—, este tipo de enseñanza tiene efectos positivos y significativos sobre las habilidades sociales y los resultados escolares.
Es decir, el enfoque Montessori podría conducir a un mejor desarrollo de la comprensión de situaciones sociales, capacidad de resolver problemas y la capacidad de ponerse en el lugar de los demás.
Además, en cuanto a las habilidades de matemáticas, lectura, escritura y otras materias, los datos de Montessori aseguran que los estudiantes tienen mejores resultados en todas estas áreas.
No obstante, respecto a las capacidades cognitivas, habilidades motoras y creatividad, el impacto de esta pedagogía no fue significativo.