La estricta y polémica ley de inmigración que aprobó Francia para controlar la llegada de extranjeros al país

Hacer que Francia sea un país menos atractivo para los migrantes. Esa es la motivación para distintos legisladores del parlamento de Francia, quienes votaron a favor de un proyecto de ley de inmigración que contiene restricciones estrictas para los extranjeros que quieren asentarse en el país.

Ambas cámaras dieron luz verde a la ley y, aunque el partido del presidente Emmanuel Macron quiso suavizar el contenido, las disposiciones se mantuvieron estrictas, en especial sobre los beneficios de asistencia social para extranjeros.

Según los legisladores más conservadores, Francia tendría uno de los modelos “más generosos” de toda Europa con los migrantes, lo que estaría favoreciendo en un aumento de las llegadas.

Estas son las restricciones para migrantes que contiene la controvertida ley de inmigración de Francia.

Esta reforma de la ley de inmigración en Francia hace una distinción entre “extranjeros que están en situación de empleo” y los que no. De esta manera, se categoriza qué tipo de prestaciones sociales pueden recibir y en cuánto tiempo.

Por ejemplo, las asignaciones familiares podrán ser entregadas para migrantes que trabajan en 30 meses, mientras que los que no tienen empleo deberán esperar cinco años .

De la misma manera, quienes necesitan ayuda a la vivienda (APL) y trabajan, podrán obtenerla en tres meses, mientras que quienes no, deberán esperar también cinco años.

Es decir, el país europeo exigirá un período mínimo de residencia de cinco años para los migrantes que no aporten trabajando, pero que quieran beneficiarse con las prestaciones sociales que otorga.

Según informó el diario francés Le Monde, este punto se trata de un “experimento” que se aplicará hasta finales de 2026: la ley otorgará a funcionarios estatales una especie de discreción para regularizar a trabajadores indocumentados que trabajen en puestos “con escasez de personal”.

Es decir, se le dará un permiso de residencia de un año a los migrantes en situación irregular (cuyos casos se revisarán detenidamente, uno por uno) que hayan residido en Francia durante al menos tres años y trabajado (aunque haya sido de forma irregular) durante al menos 12 meses.

Esta restricción se trata de “cuotas” que tendrá que fijar el Parlamento, para limitar por tres años el número de extranjeros al que permitirán entrar al país.

Durante la discusión, el partido oficialista consideró que es “inconstitucional” y esperan que el Consejo Constitucional (que se pronunciará el 25 de enero sobre esta reforma) pueda anularlo.

Si es que un migrante obtuvo la ciudadanía francesa, esta podrá ser revocada si es que es condenado por homicidio intencional contra cualquier persona en una “posición de autoridad pública”, como la policía, jueces militares y funcionarios administrativos.

En esta línea, los extranjeros que nacen en Francia y que sean condenados por algún delito, no podrán obtener la ciudadanía francesa.

Además, se restringe que las personas que nacen en Francia de padres extranjeros tengan automáticamente la nacionalidad francesa al cumplir la mayoría de edad. Para obtenerla, deberán hacer un trámite entre los 16 y 18 años.

Si bien fue abolido en 2012, residir irregularmente en Francia será castigado con una multa, pero no con pena de cárcel.

La reunificación familiar consiste en reunir a miembros de una familia que se encuentran viviendo en países distintos, según la ONU. En esta línea, Francia endureció las condiciones para llevar a cabo este encuentro: los solicitantes deben haber residido en Francia por 24 meses y demostrar que tienen recursos y seguro médico “estables, regulares y suficientes”.

Esta ley de inmigración está siendo evaluada por el Consejo Constitucional de Francia. El presidente de la institución, Laurent Fabius, confirmó que el próximo 25 de enero se pronunciarán sobre la reforma.