La historia de Emanuela Orlandi, la joven que desapareció en el Vaticano hace 40 años y cuyo caso se acaba de reabrir

Alessandro Diddi, Promotor de Justicia del Vaticano, decidió reabrir la investigación del caso de Emanuela Orlandi, joven de 15 años que desapareció en 1983 en los alrededores de la Santa Sede.

En 2018 y 2019, la abogada de la familia de Emanuela, Laura Sgrò, emitió una serie de denuncias por la desaparición acontecida hace 40 años. A pocos meses de que se estrenara el documental de Netflix Vatican Girl, la investigación parece ver ciertas luces.

Según la fiscalía del Vaticano, esta decisión obedece a “las peticiones realizadas por la familia en diferentes sedes judiciales”, informó EFE.

Además, Alessandro Diddi aseguró que “todos los archivos, documentos, informes, información y testimonios” volverían a ser revisados para “no dejar piedra sin remover”, reportó la agencia Adnkronos.

Pero, ¿qué es lo que sucedió exactamente en el caso de Emanuela Orlandi?

Emanuela Orlandi tenía 15 años y era la cuarta de cinco hijos del matrimonio entre María Pezzano y Ercole Orlandi.

Sus hermanos eran Natalina, Pietro, Federica y Cristina. Como su padre era un destacado funcionario del Palacio Aposólico del Vaticano, en Roma, el clan Orlandi vivía al interior de la ciudad estado.

De acuerdo al testimonio de la familia, estar ahí era como “vivir en un pueblo pequeño”. “Con la única diferencia que a las 9 de la noche se cerraban las puertas”, apuntó su hermana Natalina.

Desde pequeña, Emanuela comenzó a evidenciar su pasión por la música.

“Le gustaba mucho la música pop. Nos burlábamos de ella porque le gustaba un artista muy conocido, Claudio Baglioni”, explicó su hermano Pietro, en conversación con BBC.

Impulsada por esa fuerte conexión por la música, la niña aprendió piano, flauta y fue parte de un coro.

El 22 de junio de 1983, Emanuela le preguntó a su hermano Pietro si podía acompañarla a una lección de flauta en la Escuela Tomasso Ludovico Da Victoria. Esta quedaba en el exterior del Vaticano.

Pero su hermano no quiso. Lo que él no sabía es que esa decisión lo perseguiría por toda su vida. Hoy, todavía mantiene la esperanza de que su hermana siga viva.

“Ella y yo teníamos una relación muy cercana. A los dos nos gustaba la música. Ella estaba tratando de enseñarme una pieza de Chopin, solo pasamos dos páginas y luego desapareció. Espero que algún día regrese para enseñarme el resto”, expresó Pietro a BBC.

El hermano de Emanuela cuenta que ese último encuentro no fue agradable. Habían peleado porque ella tenía la clase de flauta y Pietro prefirió no ir con ella por el clima y otros compromisos. Ante la determinación de su hermano, la joven italiana cerró la puerta de su hogar y se fue.

“A menudo he pensado, ¿y si realmente hubiera ido con ella?”, se cuestiona Pietro.

El mismo 22 de junio, Emanuela no volvió a su hogar. Nadie la había visto, ni siquiera los amigos con los que se iba a juntar.

A eso de las 9 de la noche, la familia decidió emprender la búsqueda de la joven. Una extraña pista que había dejado la misma Emanuela era lo único que tenían en sus manos: avisó de que alguien se le había acercado en un auto.

“Nos contó que se le había acercado alguien para ofrecerle vender productos Avon”, comentó su hermana Federica en el documental Vatican Girl.

Desde entonces, nunca más se supo del paradero de Emanuela Orlandi.

Su desaparición ha dejado múltiples teorías sobre su destino, pero ninguna de ellas se ha podido comprobar en todos estos años.

Una de las creencias es que Emanuela fue secuestrada por un grupo extremista con el fin de exigir la liberación del Ali Agca, ciudadano turco que atentó contra Juan Pablo II en 1981.

También se ha hablado de que Emanuela fue víctima de una red de explotación sexual en el Vaticano, o que su desaparición se vincula con la organización de la mafia italiana “Banda de la Magliana”, debido a que su líder Enrico de Pedis fue enterrado en la iglesia Sant’Apollinare.

La familia Orlandi ha hecho todo lo posible para poder probar esas y otras teorías. En el año 2012, solicitaron que se llevara a cabo una investigación luego de que se encontraran restos humanos al lado de la tumba de Enrique Pedis.

Más tarde, en 2019, la familia recibió una carta anónima que aseguraba que Emanuela estaba enterrada en una tumba del cementerio teutónico del Vaticano. La institución accedió a abrir las tumbas de dos princesas alemanas para identificar posibles rastros de Emanuela, pero no se encontraron restos óseos de las princesas ni de Orlandi.

A fines del 2022 Netflix estrenó Vatican Girl, documental que en cuatro capítulos aborda las distintas posibilidades de lo que podría haber sucedido con Emanuela Orlandi.

Eso sí, la producción muestra un punto de vista diferente que arroja nuevas luces. Según el testimonio de una amiga de Emanuela de aquella época, una semana antes de que la estudiante de flauta desapareciera, ésta le habría contado que un clérigo de alto estatus en el Vaticano le habría dicho insinuaciones sexuales.