El sistema frontal que afecta a la zona centro sur del país no ha dado tregua y dejó tres víctimas fatales. La tarde del martes, las autoridades dieron a conocer que uno de los fallecidos correspondía a un adulto mayor de 86 años, quien se había caído a un estero en la localidad de Coihueco, en la región de Ñuble. Se trataba de Héctor Sepúlveda Sepúlveda, conocido como Hito, quien fue yerno del presidente Salvador Allende.
“Subió un pequeño cerro para conectar unas mangueras, porque estaba sin agua, resbaló y cayó boca abajo a un riachuelo. Y pese a que éste llevaba poca agua se habría ahogado. La autopsia del Servicio Médico Legal deberá ratificar esta causa de muerte preliminar”, informó la Fiscalía de Ñuble.
En las últimas tres décadas, Hito había decidido refugiarse en las montañas y vivía como un ermitaño. Se construyó un sencillo hogar en la zona de Las Veguillas, al que para poder acceder había que cruzar el río Ñuble en un transportador. Según una entrevista que brindó a La Tercera en 2012, casi no contaba con electricidad, dormía en un colchón sin abrigo y tenía muy poco contacto con su familia.
Fue en esa misma zona donde perdió la vida a inicios de esta semana.
Tiempo antes de que estuviera alejado de la sociedad, Hito había sido parte del clan Allende. Estuvo casado por 30 años con la mayor del matrimonio Allende-Bussi, Carmen Paz, con quien tuvo tres hijos: Carmen, Andrés y Pablo. Fue testigo en primera persona del mandato del expresidente y la llegada del golpe militar. Más tarde, tuvo que enfrentar el exilio en México.
Quién fue Héctor Sepúlveda, el yerno de Salvador Allende
Nacido en 1937, Hito venía de una familia alejada de la política y la élite santiaguina. Su familia paterna tenía varias hectáreas en las cercanías de Chillán, en la región de Ñuble, por lo que se crió como un niño acostumbrado al campo. Gracias a una herencia que recibió de su abuelo, más tarde Hito pudo instalar la casa donde vivió por casi tres décadas, hasta el final de su vida.
Al cumplir los 6 años, su madre tomó la decisión de enviarlo con sus otros hermanos a estudiar al internado del Colegio San Ignacio de Alonso Ovalle, en Santiago. En la capital, Sepúlveda tenía familia paterna.
Fue ese mismo factor lo que más tarde lo hizo conocer a la familia Allende-Bussi. Sus primas santiaguinas le presentaron a Carmen, y tras iniciar una relación, se casaron a fines de los 60 en la Catedral Castrense de Providencia. La celebración de la boda fue en la casa de Guardia Vieja. Los dos eventos contaron con la presencia de algunos de los nombres más relevantes de la política chilena.
De los tres yernos que Allende tenía en ese entonces, Sepúlveda era el único considerado apolítico. El adulto mayor recordaría después que el presidente siempre respetó esa “individualidad”. “Todos me han dicho que don Salvador me estimaba, dentro de mis características, porque yo era consecuente. Era de una línea y no entraba en el juego”, dijo.
El matrimonio con Carmen significó que Sepúlveda entrara a un mundo que antes era desconocido para él. Compartió con figuras como Fidel Castro y François Mitterrand, pero también implicó que fuera testigo en primera persona de los momentos más duros de la presidencia de Allende y más tarde el golpe militar.
Según Sepúlveda, la última ocasión que vio a Allende fue “el día anterior al golpe”. Lo notó muy nervioso. “Sabía lo que venía”, contó.
Hito y Carmen no estuvieron presentes en La Moneda para el 11 de septiembre de 1973. Para ese momento ya habían tenido a dos de sus hijos, Andrés y Carmen. Se refugiaron en la casa de unos amigos, y fue en ese lugar donde se enteraron del fallecimiento de Allende.
Al evocar ese momento, Sepúlveda daría indicios de lo que la muerte significaba para él: no sentía miedo de lo que pudiera ocurrir. “Por mi origen campesino, para mí la muerte no es tan terrible como para la gente de ciudad. Cualquier día usted se cae, lo patea un caballo (...) Todavía aquí la muerte es parte de la vida, no hemos perdido la coherencia”.
El matrimonio Sepúlveda-Allende y sus hijos se asilaron en la embajada de México. Días después del golpe, salieron al exilio. No se imaginó que esa etapa se extendería por tantos años. De aquel doloroso vuelo hacia el extranjero, Sepúlveda recordaría la “inmensa tristeza” que se sentía en el ambiente por el deceso de Allende.
La estadía en México dejó momentos agridulces para el clan. Entre ellos, el nacimiento de Pablo Sepúlveda Allende en 1976 y la noticia del suicidio de Beatriz Allende en La Habana, en 1977.
Por qué Héctor Sepúlveda vivía alejado de la sociedad
Hito volvió a Chile en 1991 junto a su familia, tras el regreso a la democracia. Tenía que partir de cero, al igual que ya lo había hecho antes, solo que esta vez tenía que hacerlo a sus 54 años. En su retorno enfrentó varios obstáculos para encontrar trabajo. Tras verlo tan acongojado, uno de sus hijos le recomendó que lo mejor era que se fuera al campo.
“Me devolví al campo, a mis orígenes”, contó Hito. Se separó de Carmen y, por ende, de todo lo que implicaba la familia Allende. Casi no tenía contacto con su hijo Pablo, pero sus otros hijos, Andrés y Carmen, llegaban seguido a visitarlo en su casa situada en las montañas.
En 2013, el programa En la mira de Chilevisión intentó conversar con Sepúlveda sobre su forma de vida. En las imágenes se consigue apreciar la travesía que había que realizar para cruzar el río y llegar hasta su hogar.