Kayzen Hunter, un niño de 8 años, tiene una tradición con su familia: todos los fines de semana van a Waffle House, un local que se encuentra en Arkansas, Estados Unidos. El pequeño siempre entra por la puerta y choca los cinco con Devonte Gardner, un mesero que trabaja en el lugar.
Pero no se sientan en cualquier puesto, sino en la sección donde saben que Gardner los va atender, y tampoco tienen que decir lo que quieren, pues él recuerda exactamente su pedido: croquetas de papa con queso y huevos con queso.
Y es que, si no es obvio hasta ahora, no se trata de cualquier mesero. Devonte Gardner es el favorito de Kayzen y su familia, pues lo consideran “la persona más agradable que existe”. Siempre los saluda, recibe y atiende con alegría, sin embargo, fue hace poco que descubrieron la historia que cargaba detrás de su sonrisa.
Una difícil situación
“Devonte preguntaba si alguien podría saber dónde podía comprar un auto barato. Le había costado mucho ahorrar para uno”, cuenta Kayzen a The Washington Post. En una de sus corrientes visitas, fue acompañado de su abuelo, John Donofrio, y conocieron un poco más sobre su mesero estrella.
Gardner vivía en una habitación de motel con su esposa y sus dos hijas pequeñas, y para llegar al trabajo e irse a casa debía caminar muchos kilómetros. Estaban en esa situación porque, hace varios meses, vivían en un departamento que se infestó de ratas y estaba contaminado con moho, teniendo que renunciar a la mayoría de sus pertenencias y quedándose casi con nada.
El pequeño de 8 años quedó preocupado por su amigo, quien a pesar de pasar por momentos tan difíciles no dejaba nunca su amabilidad de lado, por lo que llegó a casa y le contó a su mamá. Ahí le dijo la idea de crear un GoFundMe, un sitio para recaudar fondos en Internet, para conseguirle un auto. “Él no se dio por vencido. Es un niño con gran corazón”, dice con orgullo su papá.
“Había estado luchando en silencio”
Así fue como, el 18 de febrero, configuraron una página de GoFundMe para recaudar 5000 dólares (cerca de 4 millones de pesos chilenos) para que el mesero pueda comprarse un auto.
Pero en cuanto una estación de noticias local se enteró del acto solidario del niño, lo viralizaron y la cifra pronto se elevó a más de 30.000 dólares (más de 24 millones de pesos chilenos), suficiente para que Gardner pudiera comprarse un vehículo pero también para pagar un departamento para su familia por un año.
El joven mesero, de 29 años, cuenta que apenas supo que el niño había hecho eso por él, comenzó a llorar: “Había estado luchando en silencio y no quería pedirle nada a nadie”, dijo. Y es que la cuenta del motel, que eran 60 dólares por día (50.000 pesos chilenos), la pagaba con la mayor parte de sus propinas, por lo que estaba con un presupuesto ajustado para vivir dignamente con su familia.
Aissa Shorter, la pareja del mesero, recién había tomado un trabajo en un McDonald’s y hacían turnos opuestos para poder cuidar a sus hijas, Jade, de 3 años y Amoura de 2.
“Hacer esto por la bondad de su corazón es realmente una lección de humildad”, dice el mesero sobre el pequeño de 8 años que movió a cientos de personas a que donen para mejorarle la vida a quien lo recibe feliz todos los fines de semana.
Y es que de las personas que aportaron a la causa, muchas son clientes frecuentes que también notaron la actitud del mesero: “¡Este chico siempre está de buen humor y trabaja duro!”, “Me encanta que siga difundiendo alegría a pesar de sus luchas” o “Esta es la definición de comunidad”, se lee en los comentarios que los donantes en la página de GoFundMe.
Gardner contó que a fines de mes, se mudaría con su familia a un departamento de una habitación y pronto se compraría su auto: “Estoy real y profundamente conmovido por todo esto. Y en lo que respecta a mi amiguito, será mi mejor amigo de por vida”.