Con el rostro regordete, el bigote blanco y su bata blanca con corbata negra, es difícil no reconocer al Dr Simi. Bueno para ofrecer medicamentos a bajo precio pero también para sacar los pasos prohibidos, este ícono proveniente de México se ganó el cariño de los chilenos.
Según BBC Mundo, en Chile existen 505 Farmacias del Dr Simi, mientras que en México tienen un total de 9.411 en todo el país.
Incluso, en el municipio de Ecatepec, está la famosa Colonia Simi donde viven alrededor de 1.000 familias, cuyas casas —auspiciadas por la empresa— están pintadas con el rostro del símbolo de las Farmacias Similares.
Y, por si fuera poco, los peluches Simi están confeccionados por personas con discapacidad, entregando así oportunidades de trabajo a quienes tienen más problemas en encontrar uno. También tienen fundaciones de asistencia social y ambiental y lideraron 43 proyectos de reforestación.
¿Cómo el Dr Simi y las Farmacias Similares lograron el éxito? Esta es la historia detrás de un fenómeno sin precedentes.
Cómo el Dr Simi y las Farmacias Similares llegaron a ser tan exitosas
Las Farmacias Similares abrieron en 1997 en México. No obstante, según data BBC Mundo, el “boom” de popularidad lo obtuvo en los últimos cinco años. Tanto así, que los peluches del Dr Simi —que en Chile cuestan alrededor de $10.000— han llegado incluso a los escenarios de artistas conocidos.
En el Festival de Viña, Camilo, Nicki Nicole y Emilia recibieron un Dr Simi en sus presentaciones. En otros países, hasta Taylor Swift y Harry Styles obtuvieron uno, después de que sus fanáticos lanzaran los peluches al escenario.
“Lo mismo, pero más barato”. Ese es el lema que el fundador de las Farmacias Similares, el mexicano Víctor González Torres, maneja desde los inicios de su empresa. “Yo estoy viejo y ayudar es lo que me hace sentir bien. Soy adicto a ayudar, eso es lo que me mantiene vivo”, dijo hace poco en la inauguración de la Casa Simi en Ciudad de México.
“Estoy muy enfermo, amo a los que menos tienen, tengo mucho y tengo la obligación de compartir, porque los que tienen riqueza tienen la obligación moral de ayudar al prójimo”, aseguró, sentado en sus silla de ruedas.
El hombre, cuando era joven, recibió los Laboratorios Best como herencia de su padre. Era una farmacéutica que dependía de la compra de medicamentos del Estado, pero que tenía la licencia para producir productos genéricos, es decir, copias exactas de medicamentos que están patentados por otras empresas.
En ese momento, México era un país donde los medicamentos costaban dos veces más que en el resto de Latinoamérica, por lo que decidió venderlos un 75% más baratos.
En paralelo, el 2010, el hermano de Víctor, Jorge González —quien también es fundador del Partido Verde Ecologista— promovió la Ley Simi que permitió que los privados pudieran satisfacer la demanda que el sector público no podía.
Así, el equipo detrás de las Farmacias Similares reconoce que el sistema de salud público en México tiene una historia complicada y hasta corrupta. Esto provoca que, hasta ahora, exista desigualdad en su acceso.
Según la información de la BBC, las esperas en hospitales públicos de salud mexicanos son de hasta cuatro horas. Los tiempos de solicitud y práctica de una consulta, llegan hasta seis meses. Según el Censo de 2020, entre 30 y 50 millones de los 130 millones de habitantes del país no tiene acceso a la salud.
Además, la población mexicana tiene las tasas de obesidad, diabetes e hipertensión más altas del mundo.
Por esto, farmacias como las del Doctor Simi —que son privadas— son la alternativa que millones de mexicanos eligen. Y no solo para comprar medicamentos, sino también para tener consultas a bajo costo: las Farmacias Similares, así como otras farmacéuticas privadas, implementaron este servicio en su catálogo.
“Estas farmacias son una solución, sí, pero una solución perversa a un problema muy grave”, declaró una alta funcionaria de una entidad estatal de la salud mexicana, que pidió a BBC mantenerse en el anonimato.
Y es que las farmacias privadas de bajo costo en México estarían atendiendo a la misma cantidad de personas que atiende la salud pública.